domingo, 26 de junio de 2011

Debtocracy: el samizdat de la deuda griega


La película que no dejaron que vieras en la plaza catalunya, debemos vincular la causa del 15-M con el movimiento ecologista, de que sirve trabajar si no habra que comer...


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http://www.debtocracy.gr/indexen.html
 Aditya Chakrabortty
The Guardian

Que un carnicero de la Grecia rural reconozca a Costas Lapavitsas no es lo que uno se espera. Al fin y al cabo, estamos hablando de un economista, profesor en la SOAS (School of Oriental and African Studies) de Londres. Entre sus intereses a la hora de investigar está la evolución y función del sistema financiero japonés y entre sus libros se cuenta The Political Economy of Money and Finance, que probablemente no forma parte de las discusiones habituales de los carniceros griegos.

Pero cuando justo antes de Pascua los Lapavitsas fueron a hacer la compra a Kopanos ("Un pueblo dejado de la mano de Dios", a lo que parece, "más feo que un pecado"), el susodicho carnicero reconoció su nombre. "Yo conozco a Costas Lapavitsas", dijo. "Le he visto en un video de internet". Al saber que la estrella del video y su cliente eran la misma persona, el carnicero respondió con más emoción de la que es deseable en alguien que blande un cuchillo de cortar carne: "¡Ah, Debtocracy!"

Lapavitsas tiene un momento estelar en Debtocracy [Deudocracia], una película cuyo éxito parece tan improbable como la fama de este especialista universitario. Se trata de un documental sobre la crisis financiera que ha golpeado a Grecia, el desmoronamiento de las finanzas públicas, el préstamo de 110.000 millones de dólares de Europa y el Fondo Monetario Internacional, y los salvajes recortes que estaban por llegar.

Al contrario que otros participantes en el naciente género cinematográfico sobre el derrumbe financiero, los realizadores no van buscando a los culpables, hombres y mujeres. No es ningún Inside Job. Lo que tenemos en cambio es una polémica contra el sistema europeo, una explicación de cómo Grecia estaba condenada a luchar contra sus semejantes de Alemania. ¿Somos entonces la oveja negra de una Europa de éxito generalizado? se pregunta la voz en off. "¿O es que el sistema estaba enfermo desde su juventud?"

Debtocracy presenta de modo persuasivo la tesis de que todo el sistema del euro estaba podrido desde un principio, con los banqueros de Frankfurt y acumulando montones de superávit de capital y los europeos del sur arreglándoselas con préstamos baratos. Realizada con un presupuesto de 8.000 euros (7.110 libras esterlinas) y con un trabajo de cámara escasamente ostentoso o sin un uso de material de archivo elaborado, no deja de ser – lo puedo decir con confianza, sin ahondar demasiado en la historia – la mejor película de análisis económico marxiano que se haya producido alguna vez.

Colgada tanto en una página de la Red como en YouTube a primeros de abril, Debtocracy ha conseguido cerca de un millón de espectadores y se ha emitido en pequeños canales de televisión griegos, haciéndose gradualmente con un público. "Al principio, fue cosa de gente joven en Grecia con conexión de banda ancha", cuenta Aris Chatzistefanou [pronúnciese Jatsistéfanu], que escribió y dirigió la película con Katerina Kitidi. "Pero luego empezamos a oír historias de que se estaba proyectando en pueblos pequeños y que la gente mayor del campo le pedía a sus hijos que se la descargaran en DVD". A lo largo de este proceso, la película se ha convertido en instrumento de resistencia popular al paquete de austeridad impuesto a Grecia y la Europa meridional. En Portugal, el Bloco de Esquerda organizó una proyección de Debtocracy en un pequeño cine para lanzar su reciente campaña electoral. También estaba previsto mostrar la película a las 4.000 personas que protestaban en la Plaza de Cataluña antes de que las autoridades lo impidieran.

En el momento de hablar con Chatzistefanou se recupera todavía de la exhibición de su obra en la céntrica plaza de Síntagma, en Atenas. La proyección sólo pudo iniciarse a las 2.30 de la mañana "y después la gente quiso debatirla. Aún había cuatrocientas personas discutiendo sobre la crisis financiera griega a las cinco de la madrugada".

El momento escogido tiene mucho que ver con el éxito de Debtocracy. La economía se ha hundido aún más en la crisis, respaldando el argumento de la cinta de que el FMI y la eurozona están arruinando y no arreglando el país. Sin embargo, la sugerencia de la película de que los griegos renegocien y se nieguen a pagar algunas de sus ruinosas deudas, apenas si aparece todavía en la política o los medios informativos dominantes en Grecia. Lo que nos deja con un video en la Red para irlo difundiendo entre una masa creciente de disentidores.

A su vuelta de Kopanos a Londres, Lapavitsas recibió un correo electrónico: "¡Saludos desde el pueblo!" comenzaba el carnicero. "Sólo quiero felicitarle por la película. Ya podemos tener un debate en condiciones para cuando vuelva".

Debtocracy se puede ver o descargar en www.debtocracy.gr

Nota del t.: Recuérdese que la palabra samizdat (en ruso, "autoeditorial" o "autoedición"), aparecida en la década de 1960, definía la copia y distribución clandestina de literatura prohibida por el Estado en los sistemas de tipo soviético de Europa del Este.
Aditya Chakrabortty es columnista y editorialista de economía del diario británico The Guardian.

Traducción para www.sinpermiso.info de Lucas Antón

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4236

miércoles, 8 de junio de 2011

La eficacia alemana

La deuda autonómica española es de unos 2.500 euros por persona. Algunas comunidades están algo mejor, como Asturias, donde la deuda per capita es de 1.512 euros. Otras peor, como Catalunya (4.329), Baleares (3.788) o Valencia (3.500 euros). ¿Están las autonomías quebradas? Depende de con qué las comparemos. Si miramos a Alemania, por ejemplo, la deuda autonómica es apenas una broma. Los länder deben, de media, 6.344 euros por alemán y hay gobiernos federales, como el de Bremen, donde tocan a 27.000 euros por cabeza; casi tanto como en Grecia (31.000 euros por barba).

Obviamente, España (renta per capita en 2010, 23.100 euros) no es Alemania (renta per capita, 30.600 euros, siempre según Eurostat). Pero incluso si comparamos la deuda en términos relativos, el agujero autonómico español (10,9% del PIB, según el Banco de España) se queda en la mitad del que suman los länder (20,7% del PIB de Alemania). Una vez más, no es tanto el fuero como el huevo. O el pepino. ¿Se imaginan qué habría pasado si hubiese sido España quien culpase sin pruebas a la salchicha de Baviera de una infección bacteriana que ya ha matado a 21 personas? ¿Se imaginan qué habría dicho la UE si después se descubriese que ese Gobierno sabía de la infección desde el 2 de mayo y no hizo prácticamente nada durante casi tres semanas?

La bacteria E.coli es a la agricultura como la deuda soberana a las finanzas: un debate fecal donde España en concreto y los vagos mediterráneos en general son culpables hasta que se demuestre lo contrario. Así son los estereotipos: unos son eficaces, como los alemanes, otros dormimos la siesta. O eso se supone.

Los bancos roban y el gobierno mira para otro lado

Portada :: Economía
06-06-2011


Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa
Altereconomía


La aprobación por el Gobierno el pasado viernes de un Real decreto que ha sido calificado por algunos medios como "ley contra los abusos en la banca" pone una vez de relieve la desfachatez gubernamental y la directa complicidad de los poderes públicos con la banca privada para permitirle salir de la crisis con más poder y una situación patrimonial saneada.

Se dice que es un decreto contra los abusos bancarios porque se modifican algunos criterios de cómputo de activos para que la exposición al riesgo de los bancos cuando realizan inversiones especulativas y de ingeniería financiera sea más transparente y, sobre todo, porque establece mecanismos para limitar las remuneraciones de los directivos, además de intervenir en el mercado para evitar que los bancos recurran a las llamadas "guerras de depósitos" ofreciendo intereses elevados que, según el gobierno, luego obligan a aumentar el coste de la financiación a la economía.

Decimos que el decreto es una desfachatez porque no se enfrenta realmente a las causas que provocaron la crisis financiera, porque solo pone paños calientes para hacer como que se regulan de otro modo las finanzas, cambiado algo para que nada cambie, y porque engaña a la sociedad haciendo creer que los abusos de la banca provienen de donde en realidad no vienen.

Lo que hay que controlar no son los sueldos de los directivos sino los beneficios de la banca.

Lo que debería hacer el gobierno no es lanzar este canto de sirena sino, de entrada, someter las remuneraciones astronómicas de los directivos bancarios a impuestos justos y progresivos y no hacerlos desaparecer, como viene haciendo.

Y, sobre todo, impedir que la banca privada pueda generar los beneficios extraordinarios que obtiene a base de financiar mal a la economía productiva y de gozar de un poder de mercado radicalmente incompatible con el buen funcionamiento del sistema financiero e incluso con el juego de poderes democrático que debe primar en una sociedad que se dice democrática.

Si en España hubiera decencia y justicia decente y si los dos partidos de los que dependen la gobernabilidad, el Partido Socialista y el Popular, junto a los de la derecha nacionalista, no fueran esclavos de los créditos que reciben de la banca y que luego no pagan, se tomarían de verdad medidas contra los abusos de la banca pero éstas no serían las del decreto que acaba de aprobar el gobierno. Serían otras fundamentalmente destinadas a poner en claro y pedir responsabilidades civiles y penales, al menos, por actividades y hechos como los siguientes:

1) La posible responsabilidad de la banca española en la generación de un insostenible crecimiento del crédito bancario que provocó más tarde la crisis en la que estamos y en la utilización de vías de financiación para poder mantener ese crecimiento que claramente comportaban mucho riesgo y problemas futuros que todos estamos pagando ahora.

2) La posible responsabilidad de la banca española en la promoción de miles de contratos de permuta conocidos como clips o swaps inmobiliarios que en realidad han sido un engaño y una estafa descomunal a clientes que han perdido millones de euros.

3) La posible responsabilidad de la banca española en la generación del boom inmobiliario, entre otras vías, mediante la tasación de las viviendas artificialmente al alza para así aumentar su negocio de creación de deuda.

4) La posible responsabilidad de la banca española en la liquidación muy perjudicial de los créditos hipotecarios para miles de familias también por realizar tasaciones artificialmente a la baja.

5) La posibles irregularidades fiscales y de gestión patrimonial de la banca española que puedan estar dándose tras la apropiación de las viviendas adquiridas por familias que no han podido seguir pagando sus créditos.

6) La responsabilidad que pueda haber tenido la banca española en el hecho innegable de que millones de personas no pueden disfrutar de su derecho constitucional a la vivienda por la política crediticia que viene practicando y por su contribución a generar el paro y la pobreza que lleva consigo la crisis que ha contribuido a provocar.

7) La responsabilidad que pueda estar teniendo la banca española en la enorme rigidez a la baja que muestra el precio de la vivienda en España a pesar de haber estallado ya hace meses la burbuja y al mantener fuera del mercado cientos de miles de viviendas que podrían satisfacer necesidades sociales fundamentales.

8) La posible responsabilidad de la banca española ante la situación en la que se encuentra la economía española como consecuencia de estar utilizando dinero público y recursos de sus clientes para ampliar sus negocios improductivos y especulativos sin destinarlo, como se supone que es la razón de recibirlo, a financiar a empresas y consumidores.

9) La posible responsabilidad que pueda tener la banca española en nuestra mayor tasa de inflación dado el mayor nivel de gastos inherentes a las operaciones financieras y comisiones que cobra a sus clientes.

10) Las posibles responsabilidades de la banca española como financiadora de negocios criminales, de tráfico de armas y de drogas, tal y como han denunciado algunos organizamos y asociaciones internacionales.

11) La posible responsabilidad de la banca española por utilizar paraísos fiscales para facilitar la evasión fiscal y por los daños que con toda seguridad eso ha causado a la economía española.

l2) La posible responsabilidad que haya podido tener la banca española en la exclusión y segregación financieras que haya podido producirse con colectivos sociales o grupos sociales más vulnerables.

13) La posible responsabilidad de la banca española en la financiación consciente de la corrupción urbanística.

14) La posible responsabilidad de la banca española en la financiación irregular de los partidos políticos.

15) La posible responsabilidad de la banca española en el incremento del coste de la deuda soberana y su participación en actuaciones especulativas contra España incluso con recursos recibidos de los poderes públicos y de los ciudadanos españoles.

16) La posible responsabilidad de la banca española en la extensión del fraude fiscal y de la economía sumergida difundiendo productos financieros durante los últimos años con el solo propósito de blanquear dinero y ocultar a la Hacienda Pública las fuentes reales de las rentas y patrimonios de sus clientes.

17) La responsabilidad de la banca por utilizar de un modo palpable e indisimulado su poder financiero para aumentar su influencia mediática, política, académica y social comprando voluntades y publicaciones financiando publicaciones (como ocurre con los informes que justifican la privatización y recorte de las pensiones públicas) en donde una y otra vez se presentan datos que no responden a la realidad pero que contribuyen a crear un estado de opinión favorable a sus intereses económicos. Y, por tanto, engañando a la opinión pública y prostituyendo la deliberación social y la propia democracia.

18) La responsabilidad de la banca española en la enorme pérdida de empleo que se ha producido en su sector, en donde las jubilaciones se producen a las edades más bajas a pesar de que los informes que financia proponen su aumento para el resto de los trabajadores y sectores económicos, y a pesar de que es el negocio que mayores beneficios viene obteniendo desde hace años.

19) La posible responsabilidad de la banca española en la enorme cantidad de errores que se producen en la gestión de las cuentas de sus clientes o en la gestión de documentos y recibos, por los habituales abusos de confianza que llevan a gestionar de forma muy diferenciada y arbitraria sus depósitos y, de forma particular, por la suscripción de fraudulentos "fondos de pensiones" que ocultan su verdadera naturaleza y beneficio real y la desigual rentabilidad que suponen para los clientes y para las entidades bancarias.

20) Y finalmente habría que abrir otro capítulo para depurar también las responsabilidades de los directivos del Banco de España, y más concretamente de sus gobernadores, puesto que son las autoridades encargadas de supervisar a la banca privada y las que podrían haber evitado que todo esto hubiera ocurrido.

Pero ninguna de estas cuestiones se plantea ni se investiga, ni se cuestiona. En lugar de hacerles frente para poner en claro las causas que han provocado un quebranto de docenas de miles de millones de euros para pequeñas y medianas empresas y para las familias y consumidores españoles, y, además de ello, una merma sustancial de su capacidad de decisión, lo que se hace es conceder a los banqueros un régimen de privilegios totalmente incompatibles con la democracia más elemental y de casi total impunidad. El ejemplo del presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, es elocuente:

Según informaba la web EL CONFIDENCIAL el 21 de septiembre de 2006 “durante los años 1988 y 1989, el Santander manejó cerca de medio billón de pesetas de dinero negro, que provenía de fuentes financieras más o menos inconfesables (...) El banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas. (...) A tal efecto, no dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera”.

Como consecuencia del descubrimiento de esa serie de irregularidades, la acusación solicitó para el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, “un total de 170 años de prisión y una multa de 46.242.233,92 euros (7.694.060.334 pesetas), además de una responsabilidad civil de 84.935.195,86 euros (14.132.027.499 pesetas), que es el perjuicio causado con su actuación a la Hacienda Pública”.

Pues bien, el diario El País informaba el 27 de mayo de 2008 que para defenderse de la acusación de supuestos favores a ese banco, el ex ministro de economía Rodrigo Rato presentó un escrito de la ex-Secretaria de Estado de Justicia y luego Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, “en la que ésta pidió el 25 de abril de 1996 que se cursaran al Abogado del Estado "instrucciones" sobre su actuación en el caso de las cesiones de crédito", concretamente, pidiendo que no se dirigiera "acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes". Gracias a lo cual, su presidente ni siquiera fue juzgado por esas actuaciones.

Estos son los verdaderos abusos de la banca y los que de verdad hacen daño a la sociedad y no las remuneraciones de sus directivos, por muy altas que sean. Y no hay por qué que seguir aguantando estos abusos. Hay que denunciarlos, censurarlos y reclamar medidas para investigar y depurar responsabilidades.

Ya es hora de que la sociedad despierte y no se deje vencer más por el miedo ancestral hacia quienes manipulan el dinero ante sus manos como si fueran magos que tienen un don especial para hacerse ricos cuando en realidad solo son trileros que se aprovechan de la necesidad ajena y que esconden sus trampas gracias a la impunidad y al poder inmenso que durante siglos han acumulado.

Ya es hora de que la gente reaccione y no permita que, con su dinero, la banca robe, engañe y haga inversiones inmorales y sumamente peligrosas para la estabilidad económica, social y ambiental del planeta.

No puede haber democracia mientras haya abusos bancarios.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


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martes, 10 de mayo de 2011

Agua, uso público o beneficio privado

Edmundo Fayanás Escuer
Rebelión


El agua es fuente de vida fundamental y no reemplazable en el ecosistema mundial. Es un bien vital, perteneciendo de forma comunitaria a los habitantes del planeta. Ninguno de ellos, individualmente o en grupo, tiene el derecho de apropiárselo en forma privada. El agua es un bien patrimonial común a la humanidad del que depende la salud personal y colectiva, así como la agricultura, la industria y la vida doméstica.

En medio de esta fiebre por el “oro azul” ha surgido una industria cuyo valor rondó, según estimaciones del Banco Mundial, el billón de dólares, en el año 2001. Entre las principales industrias del sector, se encuentran las corporaciones multinacionales con fines lucrativos, que ofrecen servicios hídricos o venden agua embotellada, logrando grandes beneficios. Actualmente, estamos asistiendo a una burbuja especulativa en torno al agua. Señores esto es el neoliberalismo.

Entiendo, que el agua pertenece a la economía de los bienes comunes y de la riqueza compartida, no a la economía de la acumulación privada o individual. Su acceso debe considerarse como un derecho fundamental, inalienable, individual y colectivo, haciendo de la ética, la base de una buena sociedad humana y una economía justa.

Para el liberalismo económico, a través de sus multinacionales e instituciones financieras, el agua es un bien económico comercial, como el petróleo, un coche o un televisor. Su acceso, es una necesidad vital, pero no un derecho humano esencial. Los seres humanos son consumidores (clientes de un bien) de un servicio, al que pueden acceder a través de mecanismos de mercado. Como vemos, para el liberalismo todo es mercado1.

Las grandes empresas privadas del agua (Betchel, Vivendi2....) y las instituciones financieras y comerciales, usan su escasez para promover un enfoque de la gestión de los recursos hídricos exclusivamente de mercado. Se argumenta que al privatizar los servicios de agua, se introducen “criterios de mercado” para las inversiones, que determinan las fuentes de donde se va a extraer el agua. Según ellos, los consumidores racionan su uso y las suministradoras privadas eliminan las ineficiencias que reducen los beneficios.

Las compañías privadas, por las reglas mismas de los mercados y por su propio historial, está claro, que no son capaces de gestionar responsablemente el planeta. El capitalismo, como desarrollo natural de la historia, es un MITO. Si aceptamos la privatización de las empresas hídricas de propiedad pública, nos están marcando el camino para el desastre de nuestro medio ambiente. Ejemplos claros de la mitología capitalista son las empresas ENRÓN, WORDCOM, PARMALAT3, o el propio sistema financiero, etc.

Numerosas empresas privadas europeas de servicios de aguas deciden invertir en otras empresas menores situadas la mayoría de ellas en los países de América del Sur. Algunas compañías españolas, como Aguas de Barcelona y Aguas de Bilbao, tienen contratos con municipios argentinos y uruguayos.

La mayoría de las empresas, que intervienen en América del Sur, lo hacen a través de filiales locales de las tres principales multinacionales europeas del sector. Las francesas Vivendi y Suez y la alemana RWE-Thames4. Las tres compañías dan servicio de agua corriente y saneamiento a unos trescientos millones de personas, en más de ciento treinta países.

La francesa Vivendi y Suez están clasificados en los puestos 51º y 99º respectivamente en el Global Fortune5, y la alemana RWE-Thames, está en el puesto 53º.

Los ingresos de estas multinacionales se han incrementado al mismo ritmo que se desarrolla las privatizaciones de los sectores públicos. Vivendi obtuvo más de doce mil millones de dólares de beneficios, en el año 2001, frente a los cinco mil millones de dólares de hace diez años. Suez Lyonnaisse des Eaux ganó más de nueve mil millones de dólares, en el año 2001. Las tres empresas tienen unos ingresos anuales conjuntos de casi 160.000 millones de dólares con unas tasas de crecimiento anual que ronda el 10%, superando como podemos comprobar a muchas economías nacionales en las que intervienen.




Como dice el director de Suez, Sr. During “estamos aquí para ganar dinero”. Tarde o temprano la empresa que invierte tiene que recuperar su inversión, lo cual quiere decir que el cliente tiene que pagar por ella. Como las compañías están motivadas por el ánimo de lucro y no por el ideal de servicio público, no tienen ningún estimulo para suministrar agua a las clases sociales desfavorecidas, lo que está en el origen de muchas catástrofes humanitarias.

Las grandes corporaciones intentan controlarla en gran parte del planeta, con el apoyo de las instituciones financiera mundiales, especulándose que en los próximos años, unas pocas empresas privadas posean el control monopolístico de casi el 75% de este recurso vital para la vida.

La empresa española Técnicas Valencianas de Aguas (TECVASA) se crea en 1999, para concursar en las privatizaciones de América del Sur. Esta empresa no tiene ninguna inversión en España, pero ya ha logrado cuatro concesiones con una duración veinte años. Su volumen de negocios, en el año 2001, ronda los 180 millones de dólares, disponiendo de cuatro filiales: Metroagua en Santa Marta (Colombia), AAA Dominicana (Santo Domingo), Anagua (Ecuador) y AAA (Venezuela)

La empresa Vivendi provocó una reacción popular por la carestía del agua en la provincia de Tucumán (Argentina). En Sudáfrica la empresa concesionaria que suministra a la ciudad de Alexandra Township no tuvo problemas para cortarla al 80% de sus habitantes por falta de pago.

La cantidad de fracasos y reversiones al sector público, son muy superiores a cualquier otro sector en la privatización de los sistemas de agua: Cochabamba, Buenos Aires, Atlanta, Mánila, Paris....., que son experiencias modelos para el Banco Mundial, terminan con la devolución de las empresas a entidades públicas, debido a que la población no acepta los precios de las tarifas y las nuevas reglas del servicio. Estas devoluciones conducen a la presentación de denuncias y exigencias de fuertes indemnizaciones por parte de las multinacionales, por la pérdida de estas concesiones y por lo que llaman “lucro cesante”, que no es otra cosa que los beneficios que tiene previsto llevarse y se quieren llevar.

El primer gran conflicto de la privatización del agua sucede en Bolivia. El Banco Mundial exige a este país la privatización de sus servicios hídricos para poder renovarle un préstamo de 25 millones de dólares. Se privatiza el servicio municipal de Cochabamba (ciudad de medio millón de habitantes) a la empresa norteamericana Betchel6.

Esta empresa procede a aumentar de forma exagerada su precio, una vez que se hace cargo de la concesión, provocando que miles de personas tomen las calles de la ciudad para expresar su descontento por un encarecimiento tan brutal. Se acaba con una huelga general, obligando a la multinacional a dejar el servicio privatizado. Betchel ha llevado al gobierno de Bolivia a los tribunales internacionales, exigiendo una indemnización de 25 millones de dólares como compensación por su pérdida de beneficios. Recomiendo ver la película “también la lluvia” de la directora Itziar Bollain.

El pueblo argentino lleva luchando mucho tiempo contra la privatización de la red de agua corriente pública, en manos de la multinacional francesa Suez, que ha provocado graves casos de corrupción, junto con un alto nivel de contaminación del Río de la Plata, redundándole grandes beneficios a la multinacional.

La difícil situación económica de Argentina producida a partir del 2002, es debido al fracaso de la dolarización de su economía, que provoca la depreciación de su moneda. La multinacional Suez amenaza con renunciar a su contrato de Buenos Aires, si no se le asegura contra la fluctuación de la moneda argentina, que le provoca una reducción de benéficos muy importante.

La empresa española Aguas de Bilbao recibe la concesión del departamento de Maldonado en Uruguay, provocando un aumento del precio del servicio y se disparándose los niveles de contaminación de sus recursos hídricos, lo que origina conflictos sociales permanentes.

El general Pinochet vende el 80% de los ríos de Chile al sector privado, con la finalidad de que se utilice el agua para la producción de energía hidroeléctrica y el consumo agrícola. Endesa7 adquiere gran parte de los sistemas fluviales chielenos para desarrollar sus proyectos hidroeléctricos.

Los sectores pobres de Lima (Perú) pagan a empresas privadas hasta tres dólares el m3, transportándola en cubos y estando muchas veces contaminada, mientras que los sectores más poderosos pagan treinta centavos de dólar por m3, por el agua tratada que sale del grifo de sus casas.

Los guatemaltecos presentan una fuerte oposición por la construcción de cinco presas en el río Usumacinta, cuya finalidad es la producción hidroeléctrica y la irrigación para macro cultivos industrializados destinados a la exportación. Mientras se inundan tierras que sirven para producir alimentos para la población local, que la utilizan para su subsistencia provocando importantes procesos migratorios.

Los indígenas de Chiapas en México se enfrentan a Coca Cola, que intenta asegurarse el control de las reservas acuíferas más importantes del país.

La doctora Maya cita, en 1999, a dos países donde las experiencias no han sido satisfactorias por motivos diferentes. En el caso de los Estados Unidos, las privatizaciones ocasionan una caída en picado de la salubridad del agua potable en muchas ciudades. Millones de norteamericanos han estado, entre los años 1993 y 1994, consumiendo agua contaminada con plomo, pesticidas y productos clorados e incluso en otras ocasiones con la presencia masiva de coliformes fecales.

Las privatizaciones realizadas en el Reino Unido, entre 1990 y 1994, significan un aumento inmediato del 55% del precio del agua. Las empresas tienen importantes beneficios, pese a la multiplicación de averías en la red de suministro, que se ve fuertemente deteriorada por la falta de inversiones, con una clarísima degradación general del servicio. Es mínimo el capital privado que invierte en infraestructuras hídricas, para ello ya tiene al Estado. Por eso, cuando se privatizan los servicios públicos de agua, se produce un deterioro del sistema por falta de inversión

España nos muestra como Servicios Públicos de Aguas, son objeto de valoración muy positiva, como el canal de Isabel II (Madrid), la empresa Municipal de Aguas de Sevilla, Palma de Mallorca, Córdoba, Málaga o la del gran Bilbao, mientras que por otro, ha habido auténticos conflictos y escándalos en los intentos de privatización de los servicios públicos en Zaragoza, Huesca o Toledo, que llevan aparejadas fuertes corrupciones políticas.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, comunica en el año 2008 su intención de privatizar el Canal de Isabel II en un porcentaje de un 49%. Esta empresa pública es un modelo de gestión del agua y que además reporta beneficios. Destacándose por su buen funcionamiento. No se entiende ese interés por su privatización si no es, por motivos ideológicos. Todos los madrileños deben de oponerse a esta medida partiendo del hecho que el agua es un derecho humano básico y debe estar fuera de cualquier control de ente privado.

La primera consecuencia de la privatización siempre es la subida de tarifas. Lo mismo debemos recabar de los demás entes públicos que han privatizado sus sistemas hídricos y plantearse devolverlos al sector público del que nunca debieron de salir.



En España, la mitad de los servicios de agua son privados o participados por empresas privadas. Las Administraciones tanto del PP como del PSOE, argumentan que solo traspasan la gestión de los servicios al sector privado. Creen que los grupos empresariales son más eficaces en el mundo del mercado, esto les permite sanear los déficits presupuestarios municipales con el canon que pagan por la concesión, generan inversiones que mejoran la calidad de los servicios, aportan innovación y reducen el coste de la gestión pública.

Sin embargo, la asociación española de operadores públicos de abastecimiento, muestra su disconformidad, pues ellos lo hacen igual y con mucha más transparencia que los entes privados.

La supuesta competitividad tampoco es real. Aseguran que las empresas compiten por hacerse con la concesión, pero que una vez que la consiguen, durante muchos años no tienen que competir. Se hacen con un monopolio natural y sin riesgo. Como dice Pedro Arrojo “el agua es un refugio financiero” y cree que la incorporación de la iniciativa privada también refleja una situación social donde se cree que el mercado es la solución. La idea de que el funcionario es un parásito y los impuestos son malos, da como resultado una mitificación del mercado y una anorexización de la función pública. Las administraciones se encuentran con que cada vez se les pide más y cada vez tienen menos. Entonces se venden los muebles, pero la hipoteca es para los que vienen detrás. Esto lo estamos viendo con el canal de Isabel II en Madrid.

Sirva como modelo a seguir lo sucedido en Paris. Después de 25 años de servicio privatizado del agua, el ayuntamiento optó por rescatar la concesión. Este rescate es debido a la opacidad financiera, una pérdida de control técnico y de la gobernabilidad del sistema de la empresa privada.

Como dice la responsable parisina Anne Le Strat, “la lógica de los operadores privados es financiera, y buscan aumentar los beneficios. Nosotros buscamos que sea un servicio sostenible, perdurable y con equilibrio financiero. Tenemos la estructura, la gobernabilidad y todos los sistemas para ser igual de eficientes. Además se ha firmado un contrato con los ciudadanos que establece los objetivos y los indicadores de prestaciones, lo que permite y nos obliga a un control y evaluación permanente del servicio.



Tras una serie de fracasos de las multinacionales en los países en vías de desarrollo, éstas reivindican ahora una financiación garantizada para no sufrir las fluctuaciones monetarias antes de realizar inversiones en los países del sur, con lo que se ve claramente como buscan el beneficio descarado sin interesarles nada más. El Banco Mundial ha decidido triplicar sus compromisos para la privatización del agua.

La privatización distorsiona todo el problema, al colocar a responsables privados en la posición de vendedores de agua, que la ofrecen solo a aquellos que la pueden pagar en las condiciones, que los primeros quieren ofertar.

El derecho ciudadano se transforma a lo sumo en derecho de consumidor, que son conceptos profundamente diferentes. El primero entraña el poder contar con el producto (la obligación estatal de proveerlo, aún a los que no la tienen), la obligación de protegerla (no agotar las fuentes, renovarlas y acrecentarlas) y la capacidad de la sociedad para demandar en torno a este servicio público. Mientras que, en el segundo se remite a que la empresa no ingrese en insolvencia o incapacidad operativa.

La mejora de los servicios públicos es preferible a la privatización de los recursos de propiedad pública como el agua, los bosques, la pesca o nuestra atmósfera.

El desarrollo y gestión del agua tiene que basarse en un enfoque participativo, que involucre a usuarios, planificadores y administradores en todos lo niveles y en todas las fases. Los sistemas hídricos deben gestionarse en el ámbito local, con criterios y límites que garanticen sistemas equitativos y sostenibles en el ámbito de las cuencas hidrológicas, siempre que sea posible.

En este mundo del negocio, se pretende convertir el agua en un producto más. Hay empresarios que piensan en su exportación a granel mediante mecanismos de desvió a través de gaseoductos, oleoductos o mediante grandes petroleros. Se ha procedido a la reconversión de este tipo de barcos para distribuir el agua en determinadas regiones que están dispuestas a pagar el precio que sea y que tan urgentemente necesitan. Los petroleros más pequeños llevan cargas de agua dulce a las islas Bahamas, mientras que los de mayor capacidad van camino de Japón, Taiwán y Corea.

Varias empresas en el mundo desarrollan tecnologías que les permitan cargar grandes cantidades de agua en grandes sacos herméticos que se remolcan a través de los mares. La compañía Nordic Water de Oslo ha firmado un contrato para la entrega de siete millones de m3 de agua al año en bolsas al norte de Chipre. Durante la llamada “guerra del Golfo” (1991), en la operación Tormenta del Desierto, se utiliza este tipo de sacos de agua para abastecer a las tropas norteamericanas.

¿Es el agua fuente de vida o fuente de lucro? ¿Es un bien natural, vital e insustituible o es un bien económico y una mercancía? Los que sólo buscan el lucro, lo tratan como mercancía. Los que pensamos en la vida, lo vemos como un bien esencial para todos los organismos vivos y para el equilibrio ecológico de la Tierra.

Tener derecho a la vida implica tener derecho al agua potable gratuita. Al existir costes de captación, tratamientos, distribución, uso, rehuso y conservación, estos procesos tienen una dimensión económica innegable, que no debe prevalecer sobre el derecho, antes bien, debe hacerlo real y garantizarlo para todos.




El agua es patrimonio de la Tierra y como tal debe preservarse en el dominio público en todos los tiempos, protegiéndola mediante rigurosas leyes locales, nacionales e internacionales. Lo que está en juego, es la defensa de los bienes comunes, es decir, la idea que a través de nuestras instituciones públicas reconozcamos la existencia de un patrimonio humano y natural común, que ha de ser preservado para las generaciones futuras.

Este recurso vital no debe convertirse en una mercancía que se pretende vender al mejor postor, y que el acceso al agua potable para cubrir nuestras primeras necesidades constituye un derecho humano fundamental. Cada generación debe cerciorarse que sus actividades no empobrezcan su abundancia y su calidad. No se puede escatimar esfuerzos para restablecer la salud de los ecosistemas acuáticos que ya están deteriorados, ni para proteger a los que aún no han sufrido daños.

Desde una nueva concepción del agua, los ríos, lagos y humedales no pueden seguir siendo considerados como simples canales o depósitos de H2O, sino entendidos y destinados como ecosistemas vivos.

De la salud y funcionalidad de estos, se derivan otros muchos servicios y valores sociales, ambientales y emocionales, más allá del valor del agua dulce como recurso económico. Si queremos hablar de gobernabilidad del agua, es preciso identificar y reconocer los valores y funciones en juego. Por ello, el agua es uno de los derechos humanos básicos y en consecuencia, el agua debe ser siempre un bien público.

“Facebook es la máquina de espionaje más terrible del mundo”

Carlos Alberto Díaz
Agencia Prensa Rural


El fundador de Wikileaks también criticó con fuerza el papel de los medios de comunicación a la hora de manejar la información de los gobiernos.

“Facebook es la máquina más terrible de espionaje jamás inventada. Aquí tenemos la base de datos más completa del mundo sobre las personas, sus relaciones, sus nombres, sus direcciones, sus ubicaciones y las comunicaciones entre ellos, sus familiares, todo accesibles a la inteligencia de EEUU”.

Con estas palabras el fundador de Wikileaks, Julian Assange, en entrevista con Russia Today se refirió al poder de la red social más grande del mundo. Según el líder del popular sitio y principal responsable de la filtración de cables diplomáticos de los embajadores de Estados Unidos en varios países del mundo, hoy en día los cibernautas no tienen garantías de seguridad en la Red y exponen su información personal en Google y Yahoo!.

Assange se refirió a las redes sociales cuando fue cuestionado acerca del papel que han jugado sitios como Facebook y Twitter en la crisis política y social de los países de Medio Oriente. Según él, Facebook no está a cargo de la inteligencia de Estados Unidos.

“Se trata simplemente de que la inteligencia de ese país puede hacer valer la presión legal y política sobre ellos. Y es costoso para ellos entregar los registros uno por uno, así que automatizaron el proceso. Todo el mundo debe entender que cuando se suman sus amigos a Facebook lo que hacen es trabajar gratis para las agencias de los estadounidenses en la construcción de una base de datos”, aseguró.

El fundador del polémico Wikileaks, además de referirse sobre la metodología para la difusión alrededor del mundo de la información filtrada, cuestionó fuertemente la labor de los medios de comunicación. Según él, hay que preguntarse si el mundo no estaría mejor sin ellos por completo, “son tan distorsionadores de cómo es el mundo realmente y sobre las guerras y la corrupción de los gobiernos”.

Finalmente, dijo que su principal enemigo es la ignorancia. “Ahora, la pregunta es, ¿quién es el promotor de la ignorancia? Bueno, las organizaciones que tratan de mantener las cosas en secreto, y las organizaciones que distorsionan la información veraz para que sea falsa”.

En el siguiente video se muestran otros apartes de la entrevista con Assange:

(Si no domina el inglés, haga clic en el botón del triángulo, en la parte inferior del video, luego seleccione ‘Activar subtítulos’, ubique el cursor sobre el triángulo –flecha–, ‘Transcribir audio’. Así, podrá leer los subtítulos en inglés. Si tampoco entiende el inglés escrito, vuelva a poner el cursor sobre el segundo triángulo, haga clic en ‘Traducir subtítulos’ y finalmente, escoja la opción ‘Español’ y haga clic en el botón ‘Traducir’. Así, verá el video subtitulado con el servicio experimental de transcripción y traducción de YouTube, que puede presentar algunas incoherencias).




 
http://prensarural.org/spip/spip.php?article5804 

sábado, 7 de mayo de 2011

Despierta


Espartaco, un esclavo gladiador que reunió un ejército de más de 80 mil hombres contra Roma, era un líder totalmente anormal.

Luego de causar múltiples estragos al imperio y después de una seguidilla de victorias inesperadas, la batalla final le llegó a este famoso personaje. Cercado por las tropas romanas, y urgido de animar a sus hombres para lograr la victoria, en el momento en que le trajeron su caballo antes de la batalla, Espartaco súbitamente lo mató con su espada, y luego dijo a sus soldados:

"La victoria me dará bastantes caballos de entre los enemigos, y si soy derrotado, ya no lo necesitaré."

Las legiones romanas provenientes de España, aplastaron al ejército de esclavos. Espartaco pereció con ellos. Perdió la batalla, pero ganó la guerra. ¿Porqué? El éxodo de esclavos del imperio para unirse a este gran ejército y su posterior aniquilación, desestabilizó el sistema de producción romano y generó una serie de incidentes que impactaron fuertemente toda la estructura imperial, que a la postre influyeron en su fragmentación y caída final.

Espartaco era un líder anormal, desafió el sistema prevaleciente, fue la esperanza de libertad de miles y mató a su caballo en señal de entrega total a su causa.

Espartaco vivió anormal, murió anormal, y desató una crisis en el mundo de entonces.

Saca tu espada, mata a tu caballo, llegó la hora de ser anormal.

http://elotroexito.blogspot.com/2008/10/espartaco-era-anormal.html