domingo, 13 de noviembre de 2011

El 20N y la indefensión aprendida



En 1967 un psicólogo y escritor norteamericano, Martin Seligman acuñó el término de indefensión aprendida. Para Seligman la indefensión aprendida, es una condición psicológica en la que un sujeto aprende a creer que está indefenso, que no tiene ningún control sobre la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil.
Seligman, experimentando con animales descubrió que cuando a un animal se le aplica un castigo del cual no puede escapar, el animal "aprende" su indefensión y renuncia a toda tentativa de librarse del sufrimiento recibido. Esto se comprueba cuando poco después recibe un nuevo castigo, pero esta vez se le permiten todas las posibilidades para escapar, sin embargo el animal ha aprendido a ser indefenso: ni intenta librarse del castigo.
El resultado de la indefensión aprendida es que el sujeto permanece pasivo frente a una situación que le es dañina incluso cuando dispone de la posibilidad real de cambiar estas circunstancias y acaba entrando en una forma de resignación o depresión particularmente grave.
Antes del 15M miles de personas y especialmente trabajadores y jóvenes estaban sin duda en estado de indefensión aprendida. Por razones inexplicables para muchos, se han quedado sin trabajo, sin casa y la miseria les asalta o cuando menos merodea. Han ido “aprendiendo” que su suerte es “independiente de cuanto hagan”. Es posible que puedan escapar de esa situación pero después de algunos intentos fallidos, han llegado a la conclusión que no hay solución para ellos. Por eso las estadísticas de la depresión y sus síntomas aumentan y por eso la resignación parece atenazar a amplios sectores de la propia clase obrera.
El movimiento del 15M fue la mayor expresión de que se podía romper el círculo vicioso de la indefensión aprendida. Miles de personas entreveían el resquicio de una puerta por la que escapar, el entusiasmo prendió y el movimiento se fue para arriba, incluido el reciente 15 de Octubre.
Y ahí aparecieron las elecciones generales y miles de personas saben que ganará el PP, que puedes votar mas a la izquierda, pero seguirán los partidos de siempre y que por esa vía se mantendrá el sistema y el régimen de siempre y el movimiento vuelve a sentir que los resultados finales son “independiente de cuanto hagan” y para muchos será de nuevo un intento fallido que corroborará que “no hay solución”.
Las reglas del juego que este sistema y este régimen (con la ayuda decisiva y constante de los dirigentes de la izquierda institucional y las direcciones de CCOO y UGT) ha impuesto, pretenden precisamente generar ese estado sicológico en el que las personas aprendamos a creer que estamos indefensos, que no tenemos ningún control sobre la situación en la que nos encontramos y que “ellos” son la única solución. Es tanto el empeño en que aprendamos ese estado de indefensión y de convicción en la inevitabilidad de las cosas, que hasta se ha hecho común afirmar: voy a votar a este o aquel con la nariz tapada.
Volviendo a Seligman, hay que reiterar por tanto que esa indefensión esaprendida” y romper el círculo vicioso de esa indefensión exige romper las reglas del juego.
El día 20N no está en juego quién ganará, porque gane quien gane ganará la banca y venga el gobierno que venga lo hará con las gigantesca tijeras de los recortes y gobernando al dictado de la troika (BCE, la UE y FMI). El 20N es un plebiscito, un referéndum amañado en el que pretenden legitimarse como “representantes del pueblo” frente a los que les gritamos desde las calles que no nos representan”. Un plebiscito amañado en el que pretenden sostener sus reglas de juego, frente al “desorden” de las protestas en la calle, de las huelgas.
Pero se puede romper esta forma de determinismo, se puede escapar de esa indefensión aprendida dándole la vuelta a este fraude orquestado. Si millones de personas damos la espalda a este referéndum fraudulento yendo a dar un voto nulo o no yendo a votar, el día 21 habrá tantos o cuantos diputados del PP, del POSE de CIU… pero podremos decirles con toda la autoridad moral y política: que no nos representan y habremos desmantelado así su fraude y el futuro se seguirá dirimiendo en el único lugar posible y más favorable para los explotados y oprimidos/as, en la lucha y en la calle.
El 20N hay que romper las reglas del juego, si votas vota nulo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuente

martes, 25 de octubre de 2011

El linchamiento de Gaddafi

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Durante 42 años, Mouammar Gaddafi ha protegido su país del colonialismo occidental. Hoy, él ha pasado a formar parte, junto con Omar al-Mokhtar (ver film histórico), en el panteón de los héroes nacionales libios.
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Jueves, 20 de octubre 2011, a 13h30 GMT, el Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia anunció la muerte de Muammar el-Gaddafi. A pesar de las gran confusión inicial, los primeros elementos sugieren que una caravana de coches intentaban salir de la ciudad de Sirte, ciudad sitiada, en donde la caravana fue bloqueada o en parte destruida por los bombardeos de la OTAN. Los sobrevivientes de esta caravana, dicen, se refugiaron entonces en las tuberías de una canalización. Gaddafi, que habría resultado herido, fue entonces capturado por la brigada Tigre de la tribu de los Misrata que habría aprovechado la ocasión para lincharlo.
El cuerpo del «Guía» de la Gran Jamahiriya Árabe Socialista no fue autorizado a que sea conservado en su ciudad natal de Sirte, o transportado a Trípoli, la capital, para su entierro, el cuerpo ha sido enviado como un trofeo de guerra por los Misrata a la ciudad del mismo nombre.
La tribu de los Misrata, que durante bastante tiempo dudó que campo escoger [el de los rebeldes o el de Gaddafi] y que en la actualidad prácticamente no tiene representante dentro del CNT, habrá dado finalmente el asalto de Trípoli después del bombardeo de la OTAN, y habrá linchado a Muammar el-Gaddafi tras el bombardeo de su caravana por la OTAN. E incluso ha trasladado el cuerpo del «Guía» a su ciudad para celebrar su triunfo. En julio, el «Guía» habría maldecido a los Misrata, instándolos de partir hacia Estambul y Tel Aviv, refiriéndose al hecho de que su tribu proviene de judíos turcos inmigrantes que se convirtieron al Islam.
Una avalancha de comentarios preparados bien de antemano han sido lanzados masivamente en todos los medios comerciales atlantistas con finalidad de demonizar una vez más a Gaddafi, y por lo tanto, hacer olvidar las condiciones bárbaras de su linchamiento y muerte.
Los principales dirigentes de la Coalición [de la OTAN] han celebrado jubilosamente la muerte de su enemigo y dicen estos que marca el acto final de la operación «Protector Unificado». Al hacerlo, ellos admiten implícitamente que dicha operación no tenía como finalidad hacer respetar y aplicar la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que tenía más bien como finalidad la de derribar un sistema político y la de matar a un líder, es decir al presidente de una nación, y esto a pesar que el asesinato de un jefe de estado en función está prohibido por la ley [jurisprudencia] de EE.UU. y condenado universalmente.
Además, el linchamiento de Muammar el Gadafi, demuestra la voluntad de la OTAN de no querer llevarlo ante la Corte Penal Internacional para juzgarlo simplemente porque no hubiera sido capaz de condenarlo por crímenes contra la humanidad a falta de pruebas fehacientes, de la misma manera que el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia no pudo demostrar la culpabilidad de Slobodan Milosevic, a pesar de dos años de proceso.
En el torrente de barro y de calumnias vertidas por los medios de comunicación comercial atlantistas para ensuciar el legado y la memoria de Gaddafi, las mentiras y falsas acusaciones son repetidas constantemente, lo que demuestra a contrario que estos medios de comunicación tienen en realidad pocos elementos que sean auténticos y que pudiesen ser utilizados en contra de Gaddafi.
Así llega el caso del atentado contra la discoteca La Belle en Berlín (5 de abril de 1986, tres muertos, era en esa entonces la RFA República Federal de Alemania), suceso que fue utilizado como pretexto por la administración Reagan para bombardear su palacio y matar a su hija (14 de abril de 1986, por lo menos 50 muertos). En esa entonces, el fiscal alemán Detlev Mehlis (el mismo fiscal alemán que veinte años más tarde lo vamos a encontrar a cargo de la investigación del asesinato del primer ministro libanés Rafik al-Hariri y la falsificación de esta investigación) se basó en el testimonio de Eter Mushad para acusar a un diplomático libio y su cómplice Mohammed Amair. Sin embargo, la televisión alemana ZDF descubrió más tarde que Mushad Eter era un testigo falso y más bien un verdadero agente de la CIA, mientras que el atacante Mahammed Aamir era un agente del Mossad [1].
O el caso del atentado de Lockerbie (21 de diciembre de 1988, 270 muertes): los investigadores identificaron al dueño de la maleta que contenía la bomba y el sistema relojero para activar el explosivo gracias al testimonio de un comerciante maltés que había vendido un pantalón, pantalón que fue encontrado en la misma maleta-bomba. La justicia escocesa acusó entonces a dos agentes libios Abdelbasset Ali Mohmed Al Megrahi y Al Amin Khalifa Fhimah y el Consejo de Seguridad de la ONU tomó las sanciones contra Libia.
En última instancia, para poner fin a las sanciones, Libia accedió extraditar a los dos agentes (el primero fue condenado a cadena perpetua, el segundo fue absuelto) y a pagar $ 2.7 mil millones en compensación, mientras que el acusado prisionero continua proclamando su inocencia hasta hoy día.
En definitiva, en agosto de 2005, uno de los responsables escoceses encargado de la investigación declaró que la principal prueba, el sistema auto-disparador (temporizador o sistema relojero desencadenando la bomba) había sido colocado en el lugar del accidente por un agente de la CIA.
Más tarde, el mismo experto que había analizado el temporizador (relojero) para el tribunal admitió que él mismo había fabricado ese aparato antes que la CIA lo ponga sobre el lugar del accidente [donde cayeron los restos del avión]. Finalmente, el comerciante y vendedor de pantalones de Malta admitió haber recibido 2 millones de dólares para dar un falso testimonio. Las autoridades escocesas decidieron revisar el caso y el proceso, pero la salud de Abdel Basset Ali Mohmed Al Megrahi no lo permitió.
La actual campaña de desinformación [sobre Libia y Gaddafi] incluye también un aspecto sobre el estilo de vida del reciente difunto. Se le describe como un faraón con su suntuoso y lujoso modo de vida, de su astronómica fortuna oculta. Pero todos aquellos que conocieron de cerca a Muammar el Gadafi, o simplemente aquellos que han visitado su casa de familia y su residencia después de los bombardeos pueden dar fe de que él vivía en un ambiente similar al de la burguesía de su país, lejos de la ostentación jet-set de su ministro de Planificación, Mahmoud Jibril.
Del mismo modo, ninguno de los países que siguen investigando el paradero de la fortuna oculta de Gadafi, busqueda que se ha prolongado durante meses, ha sido capaz de encontrar esto. Todo el material y sumas incautadas pertenecían al gobierno libio y no al «Guía».
Al contrario, los medios de comunicación comerciales atlantistas sólo mencionan la orden de arresto internacional emitida por Interpol contra Muammar el-Gaddafi antes que comience la ofensiva de la OTAN sobre Libia.
Pero estos mismos medios de comunicación no dicen nada de la acusación de la justicia libanesa contra Gaddafi por haber eliminado al imán Musa Sadr y sus compañeros (en 1978). Esta omisión se debe al hecho de que el secuestro fue patrocinado por los Estados Unidos que quería eliminar a este imán chiíta antes de dejar que el ayatolá Ruhollah Jomeini regrese a Irán, por miedo a que Sadr no extienda por el Líbano la influencia de la revolución iraní.
Los medios de comunicación atlantistas no mencionan las críticas formuladas por la Resistencia civil anti-imperialista libanesa y las que también hicimos nosotros contra Muammar el-Gaddafi: sus compromisos oportunistas con Israel.
Por mi parte, puedo asegurar que, hasta la batalla de Trípoli, el «Guía» negoció con los enviados de Israel, con la esperanza de poder comprar la protección de Tel Aviv.
También debo testimoniar que, a pesar de mis críticas a su política internacional, y a pesar del expediente completo acerca de mí que la DCRI (rama de los servicios secretos franceses) le había proporcionado amablemente en julio en un intento para que me arrestaran, Muammar el Gadafi, me dió su confianza y me pidió que ayudara a su país para hacer valer sus derechos ante las Naciones Unidas [2], un comportamiento que no refleja la de un tirano abyecto.
Los medios de comunicación comerciales atlantistas no mencionaron tampoco las injerencias de Libia en la vida política francesa, ingerencia de Libia que yo condené, sobre todo acerca del financiamiento ilegal de la campaña electoral presidencial de Nicolas Sarkozy y de Ségolène Royal. El «Guía» había autorizado a su cuñado Abdallah Senoussi para que corrompa a los dos principales candidatos presidenciales franceses a cambio de la promesa de darle una amnistía o de ejercer presión sobre la justicia francesa para que cierren su expediente penal. [3]
Pero sobre todo, los medios de comunicación atlantistas nunca mencionaron el principal trabajo del «Guía»: el derrocamiento de una monarquía títere impuesta por los anglosajones, la expulsión de las tropas extranjeras estacionadas en Libia, la nacionalización de los hidrocarburos, la construcción del Man Made River (el sistema de irrigación más importante en el mundo), la redistribución de las ganancias del petróleo dentro de la población (que hizo que una de las poblaciones más pobres del mundo sea la más rica de África), el asilo generoso a los refugiados palestinos y la ayuda al desarrollo sin precedentes en el Tercer Mundo (la ayuda de Libia al desarrollo era más importante que la toda la ayuda reunida de los países del G-20).
La muerte de Muammar el Gadafi, no va a cambiar nada en el plano internacional. El acontecimiento más importante fue la caída de Trípoli, ciudad bombardeada masivamente y conquistada por la OTAN —sin duda el peor crimen de guerra en este siglo—, seguido de la entrada de la tribu de los Misrata para controlar la capital [y la masacre de inocentes].
Semanas antes que comience la batalla de Trípoli, la gran mayoría de los ciudadanos libios participaron, viernes tras viernes, en masivas manifestaciones contra la OTAN, contra el CNT y a favor de Gaddafi.
Ahora el país está destruido y están gobernados por la OTAN y sus títeres fantoches del CNT.
La muerte del «Guía» tendrá por otro lado un efecto traumático y durable en la sociedad libia. Matando con sus sicarios al líder del país, la OTAN ha destruido la esencia misma del principio de autoridad. Será necesario muchos años y mucha violencia antes que un nuevo líder pueda surgir y sea reconocido por el conjunto de las tribus, o que el sistema tribal sea remplazado por otro modo de organización social.
En este sentido, la muerte de Muammar el Gadafi, abre un período de incertidumbre y desestabilización para el país, país que puede ir camino a una iraquización o somalización de su territorio [en referencia a Irak y Somalia dos estados fallidos en la actualidad].
[1] Investigación de la revista Frontal, difundido por el canal alemán ZDF el 28 de agosto de 1998.
[2] «Cosa que yo hice de manera solidaria y sin ninguna remuneración», ndlr.
[3] Abdallah Senoussi había sido condenando por rebeldía y sedición en Francia por el atentado contra el avión DC-10 de la compañía francesa de aviación UTA (19 de septiembre de 1989, 170 muertos) durante la guerra del Chad.
<span lang='fr'>Thierry Meyssan</span>
Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).
 
Red Voltaire
Voltaire, edición Internacional

La red capitalista que controla el mundo

New Scientist

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Las 1.318 corporaciones transnacionales que forman el núcleo de la economía. Compañías superconectadas están en rojo, compañías muy conectadas en amarillo. El tamaño del punto representa el ingreso. ((Imagen: PLoS One)
Mientras las protestas contra el poder financiero se extienden por el mundo esta semana, la ciencia parece haber confirmado los peores temores de los manifestantes. Un análisis de las relaciones entre 43.000 corporaciones transnacionales ha identificado el grupo relativamente pequeño de compañías, en su mayoría bancos, con un poder desproporcionado sobre la economía global.
Las hipótesis del estudio han atraído algunas críticas, pero analistas de sistemas complejos contactados por New Scientist dicen que es un esfuerzo singular por desenmarañar el control sobre la economía global. Si se llevara más lejos el análisis, dicen, sería posible identificar maneras de lograr que el capitalismo global sea más estable.
La idea de que unos pocos banqueros controlen un gran trozo de la economía global podrá parecer algo nuevo para el movimiento Ocupad Wall Street de Nueva York y los manifestantes en otros sitios. Pero el estudio, hecho por un trío de teóricos de sistemas complejos en el Instituto Federal de Tecnología suizo en Zúrich, es el primero que va más allá de la ideología para identificar empíricamente una semejante red de poder. Combina la matemática utilizada desde hace tiempo para modelar sistemas naturales con datos corporativos exhaustivos para catalogar la propiedad entre las corporaciones transnacionales del mundo (TNCs, por sus siglas en inglés).
“La realidad es muy compleja, debemos separarnos del dogma, sean teorías de la conspiración o libre mercado”, dice James Glattfelder. “Nuestro análisis se basa en la realidad”.
Estudios anteriores han establecido que unas pocas TNCs poseen grandes segmentos de la economía global, pero incluían solo una cantidad limitada de compañías y omitían propiedades indirectas, por lo cual no podían decir de qué manera esto afecta a la economía global, si la hace más o menos estable, por ejemplo.
El equipo de Zúrich puede hacerlo. De Orbis, 2007, una base de datos que enumera 37 millones de compañías e inversionistas de todo el mundo, extrajo todas las 43.060 TNCs y las propiedades de acciones que las vinculan. Luego construyó un modelo de qué compañías controlaban a otras mediante redes de propiedad de acciones, combinado con los ingresos operativos de cada compañía, para representar la estructura del poder económico.
El trabajo, que será publicado en PLoS One, reveló un núcleo de 1.318 compañías con propiedades entrelazadas (vea imagen). Cada una de las 1.318 tenía vínculos con dos o más compañías diferentes, y en promedio estaban conectadas con 20. Lo que es más, aunque representaban un 20% de los ingresos operativos globales, las 1.318 parecían ser dueñas colectivamente a través de sus acciones de la mayoría de las grandes firmas más rentables y manufactureras del mundo –la economía “real”– que representa otro 60% de los ingresos globales.
Cuando el equipo desenmarañó aun más la red de propiedad, descubrió que gran parte provenía de una “súper-entidad” de 147 compañías aún más estrechamente entrelazadas –toda su propiedad en manos de otros miembros de la super-entidad- que controlan un 40% de la riqueza total de la red. “En efecto, menos de 1% de las compañías era capaz de controlar un 40% de toda la red”, dice Glattfelder. En su mayoría eran instituciones financieras. Las 20 superiores incluyen a Barclays Bank, JPMorgan Chase & Co, y The Goldman Sachs Group.
John Driffill de la Universidad de Londres, experto en macroeconomía, dice que el valor del análisis no consiste solo en ver si un pequeño grupo de personas controla la economía global, sino más bien su perspectiva sobre la estabilidad económica.
La concentración del poder no es buena o mala en sí, dice el equipo de Zúrich, pero las estrechas interconexiones del núcleo podrían serlo. Como el mundo vio en 2008, tales redes son inestables. “Si una [compañía] sufre problemas”, dice Glattfelder, “eso se propaga”.
“Es desconcertante ver hasta qué punto las cosas están conectadas”, aprueba George Sugihara de la Scripps Institution of Oceanography en La Jolla, California, experto en sistemas complejos que ha asesorado al Deutsche Bank.
Yaneer Bar-Yam, jefe del New England Complex Systems Institute (NECSI), advierte de que el análisis asume que la propiedad equivale a control, lo que no es siempre cierto. Muchas de las acciones de las compañías están en manos de administradores de fondos que pueden o no controlar lo que hacen en realidad las compañías que poseen parcialmente. El impacto de esto en la conducta del sistema, dice, requiere más análisis.
Crucialmente, al identificar la arquitectura del poder económico global, los analistas podrían ayudar a hacerlo más estable. Al descubrir los aspectos vulnerables del sistema, los economistas pueden sugerir medidas para evitar que futuros colapsos se propaguen por toda la economía. Glattfelder dice que podríamos necesitar reglas anti-trust globales, que ahora existen solo a nivel nacional, para limitar la sobre-conexión entre TNCs. Sugihara dice que el análisis sugiere una posible solución: las firmas podrían ser gravadas por excesivas interconectividad para disminuir ese riesgo.
Una cosa no es compatible con algunas de las afirmaciones de los manifestantes: es poco probable que la super-entidad sea el resultado intencional de una conspiración para gobernar el mundo. “Semejantes estructuras son de naturaleza común”, dice Sugihara.
Los recién llegados a cualquier red se conectan preferencialmente a miembros altamente conectados. Las TNCs compran acciones las unas de las otras por motivos empresariales, no por dominar el mundo. Si la capacidad de ser conectado aglomera, lo mismo sucede con la riqueza, dice Dan Braha de NECSI: en modelos similares, el dinero fluye hacia los miembros con mayores conexiones. El estudio de Zúrich, dice Sugihara, “constituye una fuerte evidencia de que las reglas simples que rigen a las TNCs conducen espontáneamente a grupos altamente conectados”. O como dice Braha: “la afirmación de Ocupad Wall Street de que 1% de la gente tiene la mayor parte de la riqueza refleja una fase lógica de la auto-organización de la economía”.
Por lo tanto, es posible que la super-entidad no sea el resultado de una conspiración. La verdadera pregunta, dice el equipo de Zúrich, es si puede ejercer un poder político concertado. Driffil piensa que 147 son demasiados para sustentar una colusión. Braha sospecha que competirán en el mercado pero actuarán juntas por intereses comunes. La resistencia a cambios a la estructura de la red puede ser un semejante interés común.
Las máximas 50 de las 147 compañías súper-conectadas:
1. Barclays plc
2. Capital Group Companies Inc
3. FMR Corporation
4. AXA
5. State Street Corporation
6. JP Morgan Chase & Co
7. Legal & General Group plc
8. Vanguard Group Inc
9. UBS AG
10. Merrill Lynch & Co Inc
11. Wellington Management Co LLP
12. Deutsche Bank AG
13. Franklin Resources Inc
14. Credit Suisse Group
15. Walton Enterprises LLC
16. Bank of New York Mellon Corp
17. Natixis
18. Goldman Sachs Group Inc
19. T Rowe Price Group Inc
20. Legg Mason Inc
21. Morgan Stanley
22. Mitsubishi UFJ Financial Group Inc
23. Northern Trust Corporation
24. Société Générale
25. Bank of America Corporation
26. Lloyds TSB Group plc
27. Invesco plc
28. Allianz SE 29. TIAA
30. Old Mutual Public Limited Company
31. Aviva plc
32. Schroders plc
33. Dodge & Cox
34. Lehman Brothers Holdings Inc*
35. Sun Life Financial Inc
36. Standard Life plc
37. CNCE
38. Nomura Holdings Inc
39. The Depository Trust Company
40. Massachusetts Mutual Life Insurance
41. ING Groep NV
42. Brandes Investment Partners LP
43. Unicredito Italiano SPA
44. Deposit Insurance Corporation of Japan
45. Vereniging Aegon
46. BNP Paribas
47. Affiliated Managers Group Inc
48. Resona Holdings Inc
49. Capital Group International Inc
50. China Petrochemical Group Company
* Lehman todavía existía en la base de datos de 2007 utilizada.
Fuente: http://www.newscientist.com/article/mg21228354.500-revealed--the-capitalist-network-that-runs-the-world.html

miércoles, 12 de octubre de 2011

Una mafiocracia controla el planeta

Augusto N. Lapp
Aporre



En una entrega anterior [1] explicábamos que Mafia es un término utilizado a nivel mundial que se refiere a una clase especial de crimen organizado. Extendido desde su origen en Italia meridional actualmente el término también se usa para identificar tanto a simples grupos delictivos organizados como a las asociaciones de individuos que emplean métodos no claros o ilegales en sus negocios o puestos de trabajo. La mafia constituye tanto un grupo social como un poder. Pormafiocracia se entiende entonces el sistema en el cual se sustentan, se organizan y se administran las prácticas de ciertos grupos delictivos.

La mafiocracia posee su racionalidad y un código de ética particulares, las cuales están sustentadas en las vertientes más negativas de la ideología capitalista. Como ya se sabe, existen en el capitalismo dos vertientes: una que está representada por un sector de capitalistas cuyo motivo central de vida es laavaricia, estos pueden ser emprendedores o conservadores pero todos son individualistas, poseen un tipo de carácter con orientación acumulativa [2], gustan de atesorar riquezas en base a la explotación del trabajo ajeno y la usura. Algunos autores asocian estas motivaciones con las ideas religiosas del protestantismo y el judaísmo.

La otra vertiente está representada por individuos motivados por unaambición desmedida de riqueza fácil y rápida, como todos los capitalistas fundan su conducta en la denominada ética de los intereses materiales, su orientación caracterológica es individualista, improductiva y explotadora [3], persiguen su bienestar particular a costa de lo que sea. En esta vertiente se encuentran mezclados yuppies impacientes de las áreas financiera y bancaria, empresarios y comerciantes deshonestos, lobistas y gestores corruptores, y obviamentefuncionarios corrompidos de los sectores público y privado, junto a otrosdelincuentes avezados e insensibles.

La mafiocracia es un sistema de organizaciones delictivas que, cual una mala hiedra, se aprovecha de las disfunciones de todos los sistemas humanos para poder penetrarlos y dominarlos de una manera abierta o subrepticiamente. Es por tanto un sistema parasitario. Al igual que otros grupos con intereses particulares, las mafias encuentran en los procedimientos informales las vías y los medios para penetrar en las empresas, ministerios, etc., y obtener así ventajas y beneficios. Estos medios informales son propicios para el tráfico de influencias y para otras acciones patológicas que afectan a la acción de las organizaciones modernas, y especialmente las del sector público, lo que no significa que el sector privado esté exento de tales males [4].

Pero las mafias no sólo se valen de algunos medios informales para controlar y lucrarse de las actividades de ciertas organizaciones a las que logran penetrar, sino que estas mafias también han llegado a constituir verdaderas corporaciones para poder realizar sus innobles propósitos. De tal manera que las organizaciones o asociaciones mafiosas han alcanzado un inmenso poder y una gran difusión en los más diversos campos de la actividad humana alrededor todo el mundo. Desde el sistema financiero y bancario, seguros, casas de bolsa, inmobiliarias y de venta de divisas; el sistema económico de empresas públicas y privadas, gremios y sindicatos; el sistema judicial, policial y penitenciario; el sistema aduanal y portuario; el sistema de salud y hospitalario, hasta obviamente la producción y el tráfico de armas y drogas, el contrabando de bienes y personas, así como muchos otros campos han sido penetrados o controlados por estas organizaciones delictivas.

Cierta literatura ha querido atribuir el origen de las prácticas delictivas nacionales e internacionales exclusivamente en las mafias de los llamados “Estados fallidos” que, por supuesto, los ubican en las regiones subdesarrolladas del llamado Tercer Mundo. Para esta literatura, si existe alguna conexión delictiva entre las regiones del Sur atrasado y el Norte desarrollado (como por ejemplo las que se da entre los productores de drogas colombianos, traficantes mexicanos y grandes distribuidores y consumidores estadounidenses; o como la que existe en la extracción y el tráfico ilegal de piedras preciosas, o de minerales valiosos y maderas nobles, entre mafias africanas y grandes talladores y traficantes europeos y judíos), entonces los países desarrollados serán las víctimas de esa relación, en tanto que los países atrasados serían los victimarios.

Es obvio que existen mafias a lo interno de todos los países, y no sólo están organizadas en torno a las sustancias estupefacientes y psicotrópicas, o los minerales valiosos y escasos, también las hay que se confabulan para llevar a cabo grandes estafas económicas y financieras que afectan tanto a los estados como a los ciudadanos: Cabe recordar aquí, por ejemplo, la mafia de políticos y funcionarios corruptos que en la ex URSS acaparó bienes y materias primas para traficar con ellas en el “mercado negro”, que saboteó la economía nacional al tiempo que descomponía a la burocracia soviética; Otra que operó no hace mucho en Venezuela, organizada en torno a la estafa bancaria, inmobiliaria y el tráfico de bonos y divisas, que evidentemente influyó sobre el índice inflacionario de aquel momento; o también las mafias de funcionarios públicos y operadores sindicales que presuntamente existen en las industrias nacionales del hierro [5], del aluminio [6] y la construcción.

Pero indudablemente las mafias más poderosas se encuentran en los países desarrollados, son ellas en verdad las grandes financistas, las que dictan sus propias pautas y controlan los grandes mercados. ¿No constituyen acaso verdaderas mafias las asociaciones financieras-bancarias y la militar-industrial estadounidenses, que actualmente gobiernan la economía global? Si alguien tiene alguna duda al respecto vale la pena leer como una simple muestra el artículo de Matt Taibbi, de la revista Rolling Stone [7], en el que cuenta la historia y devela el papel del banco de inversión Goldman Sachs en la crisis económica global y prácticamente en todas las burbujas financieras de las últimas décadas. Taibbi culpa a los Goldmanites -algo como: los aurófagos, famélicos y feroces alquimistas del dinero de la gente- de manipular desde el interior del gobierno las regulaciones financieras y los mercados de valores a su beneficio. Además de favorecerse extensamente del rescate financiero, el cual es orquestado por sus ex dirigentes transformados en funcionarios del gobierno.

La lista de ex directivos de Goldman Sachs en las más altas posiciones del gobierno de Estados Unidos es escandalosa, parece como si Goldman Sachs fuera la antesala de las secretarías financieras del gobierno –dice Taibbi-. Por ejemplo, el último secretario del Tesoro de George W. Bush, el ex CEO de Goldman, Henry Paulson, fue el arquitecto del plan de rescate, un sospechoso plan de auto-servicio para canalizar miles de millones de sus dólares a un puñado de sus viejos amigos en Wall Street. Robert Rubin, Bill Clinton's former Treasury secretary, spent 26 years at Goldman before becoming chairman of Citigroup — which in turn got a $300 billion taxpayer bailout from Paulson.Robert Rubin, ex secretario del Tesoro de Bill Clinton, pasó 26 años en Goldman antes de convertirse en presidente de Citigroup - que a su vez tiene un rescate de los contribuyentes de $ 300 mil millones otorgados por Paulson. Entre otros, There's John Thain, the asshole chief of Merrill Lynch who bought an $87,000 area rug for his office as his company was imploding; a former Goldman banker, Thain enjoyed a multi-billion-dollar handout from Paulson, who used billions in taxpayer funds to help Bank of America rescue Thain's sorry company.los directivos de los bancos nacionales de Canadá y de Italia son ex alumnos de Goldman, como también lo son el jefe del Banco Mundial, el jefe de la Bolsa de Nueva York, y también los dos últimos jefes de la Federal Reserve Bank de Nueva York.

Pero tal parece que Taibbi todavía se queda corto en su análisis, pues por encima de esos funcionarios mafiosos se encuentran los “capi di tuti li capi”. César Aching Guzmán [8] identifica a estos “poderosos de los poderosos” en las siguientes familias mafiosas:
Familia Rothschild (Londres, Berlín e Israel)
Familia Rockefeller (USA e Israel)
Familia Morgan (Inglaterra)
Familia Warburg (Alemania)
Familia Lazard (Francia)
Familia Mosés Israel Seif (Italia e Israel)
Familia Kuhn, Loeb (Alemania y USA)
Familia Lehman Brothers (USA)
Familia Goldman Sachs (USA)

Según Aching Guzmán, “estas familias Mega-Ricas y sus descendientes son intocables por la ley y exonerados de impuestos de por vida. Cada vez que hacen un “salvataje económico” en realidad están COMPRANDO los bancos y financieras del mundo, apropiándose poco a poco del país al que “salvan”…Ellos serían los jefes de las mafias que controlan el planeta; dueños de bancos creadores de los grandes casinos especulativos y los paraísos financieros; son los dueños de las grandes corporaciones de la industria militar, las grandes mineras, petroleras…Son los que organizan acciones terroristas, fomentan guerras e invasiones, es decir son los responsables directos de la miseria, desolación y muerte en el que viven miles de millones de seres humanos; son los que han puesto al planeta y nuestra especie el borde de la extinción”.

anlapp1@hotmail.com

martes, 11 de octubre de 2011

Defaults

Página 12


En una muestra de 66 países de los cinco continentes, que representan el 90 por ciento del PBI mundial, se relevó que en el período 1800-1945 se registraron 127 episodios de default, con una duración promedio de 6 años. En los años que van de 1946 a 2006, la interrupción en el pago de deudas se repitió 169 veces, de lapso medio de 3 años. Ese inventario también abarcó de 1300 a 1799, cuando países europeos considerados hoy muy ricos (Alemania, Francia) contabilizaron varios acontecimientos de cesación de pago, al igual que Austria, España y Portugal. Estados Unidos no declaró formalmente un default pero alteró en dos oportunidades la paridad del dólar con el oro (1933 y 1971), lo que implicó pagar su deuda con una moneda depreciada, que en los hechos significó una quita de capital a los acreedores. Este recorrido histórico forma parte de una investigación apabullante de cifras e indicadores de los economistas Kenneth Rogoff (ex economista jefe del FMI) y Carmen Reinhart (ex vicepresidente del banco de inversión Bear Stearns) en “Ocho siglos de crisis financieras. Historia mundial de los defaults”. Es un libro oportuno en momentos donde el temor al default de deuda de economías europeas provoca fuertes oscilaciones en las cotizaciones de activos financieros y puede sumergir a las potencias en una nueva recesión. La perspectiva histórica ofrece un análisis más sereno en un escenario de incertidumbre y desmorona afirmaciones ligeras vinculadas con lo que representa un default, en particular con la cercana experiencia argentina. Rogoff advierte que “los inversores, como los funcionarios y líderes políticos, generalmente ignoran las muchísimas experiencias históricas de crisis financieras. Y los pocos que tienen una mínima noción de lo sucedido en otras épocas muy a menudo dicen: ‘esta vez es diferente...’”. Junto a Reinhart han registrado los defaults de deudas externas de 66 países: 13 africanos, 18 latinoamericanos, 12 asiáticos, 19 europeos, además de Norteamérica y Oceanía. En una de sus conclusiones afirman que “los defaults en serie siguen siendo la norma” a lo largo de la historia, destacando que entre 2003 y 2007 no hubo esos episodios pero que no es motivo para alegrarse porque fue “un típico respiro, una típica tregua, luego de una larga crisis”, y que desde entonces se ha iniciado una nueva ola.
En esa investigación se observa como factor distintivo que los defaults recorren toda la historia del capitalismo. Ocurrieron en diferentes etapas, desde la formación de los Estados nacionales, el mercantilismo, el capitalismo moderno hasta la globalización financiera. Una de las características que destacan es que “el fenómeno de los defaults más bien pareciera un rito de pasaje universal para casi todos los países mientras transitan el camino desde la condición de emergente a la de Estados desarrollados”. Ponen como ejemplo a Francia, que defaulteó los pagos de su deuda externa 8 veces entre 1558 y 1788, mientras que España lo hizo 6 veces entre 1557 y 1647. En esa época los defaults eran tan usuales que los reyes franceses ejecutaban a sus acreedores (bloodletting) como estrategia para “reestructurar deudas”. El ministro de Finanzas francés Abbe Terray entre 1768-1774 reivindicó que los gobiernos deberían defaultear una vez cada cien años, a fin restaurar el equilibrio. Con esos antecedentes, afirman que “no sería justo calificar a ninguno de los mercados emergentes de hoy con el título de defaulteador serial”.
Desde 1800 los datos son más completos, lo que les permitió agrupar los episodios de cesación de pago en cinco ciclos:
- El primero es durante las Guerras Napoleónicas, período que fue muy importante puesto que solo en el peor momento de la crisis de la deuda de 1980 se aproxima a los niveles de defaults de comienzos de 1800.
- El segundo va de 1820 hasta finales de 1840, cuando cerca de la mitad de todos los países del mundo estaban en default, incluyendo a todos los de América latina.
- El tercer capítulo arrancó a principios de la década de 1870 y duró aproximadamente dos décadas.
- El cuarto comenzó con la Gran Depresión de los años ’30 del siglo pasado y se extendió hasta principios de la década del ’50. En estos años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se produjo el pico más grande en la historia moderna, cuando los países que no pagaban o estaban reestructurando sus deudas representaron el 40 por ciento del Producto mundial. Esto se explica por la guerra pero también por el arrastre de la crisis económica del ’30.
- La etapa más reciente fue entre los años ’80 y ’90 en los países en desarrollo, con el caso argentino como el más notable.
Si bien es el incumplimiento de deuda más reciente y estruendoso por su magnitud, en el estudio de Rogoff y Reinhart se revela que Argentina no se encuentra al tope de los países defaulteadores de la región. Desde su independencia al 2006, Argentina defaulteó 7 veces; Brasil lo hizo en 9 oportunidades; México en 8; y Venezuela en 10. También se precisa que Ecuador, México, Perú, Venezuela y Nicaragua estuvieron en cesación de pagos o reestructurando deudas más del 40 por ciento de los años transcurridos desde que lograron la independencia. Argentina, 32 por ciento. En Europa, España defaulteó el record de 13 veces; Alemania y Francia lo hicieron 8 veces cada uno. Grecia, 5 desde 1829, pero más del 50 por ciento de los años estuvo en default o reestructurando.
Pocos países no han defaulteado formalmente: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Corea del Sur, Singapur. De todas formas, algunos de ellos defaultearon de hecho, como Estados Unidos. Lo hizo cuando rebajó el contenido de oro de la moneda en 1933 o cuando suspendió la convertibilidad en el siglo XIX durante la Guerra Civil y luego otra vez más y definitiva en agosto de 1971.
Una de las enseñanzas más contundentes que Rogoff y Reinhart extraen de su monumental investigación es “la impresionante correlación entre la libre movilidad del capital y la ocurrencia de crisis bancarias”. “Los defaults son altamente sensibles a los vaivenes de los flujos de capitales”, indican, lo que revaloriza una estrategia de desendeudamiento y marginación del mercado financiero internacional, conducta que transita a contramano de la evolución histórica de los países en un contexto de abundancia de capitales que induce a un sobreendeudamiento. Este proceso desembocó en crisis por algún shock externo (suba de la tasa de interés, baja de las materias primas o crisis de deuda en las potencias) y pone en evidencia la vulnerabilidad de esas economías.
En esta instancia resulta un valioso complemento el análisis del economista de formación marxista Rolando Astarita, que explica en su blog que “los defaults han permitido restablecer el curso de la acumulación a lo largo de prácticamente toda la historia del capitalismo”. Agrega que ésta “está marcada por períodos de intensa acumulación, que llevan a la sobreexpansión, empujada por el crecimiento del crédito y el aumento de los flujos de capitales”. Las crisis bancarias se deben a que las fases alcistas son seguidas por crisis de sobreproducción, con violentas caídas de los precios y los valores. “La acumulación de deudas por parte de los gobiernos, y su posterior liquidación violenta, no es ajena a esta dinámica”, apunta, puesto que “los defaults de las deudas externas de los gobiernos forman parte de las desvalorizaciones de capitales, que acompañan toda crisis”. El repudio de las deudas o su pago con moneda depreciada son las vías por medio de las cuales se realizan esas desvalorizaciones. Por esto también, en determinado punto, se acuerda que la única salida para restablecer la acumulación del capital pasa por el default y la reestructuración de las deudas. Sucedió en Argentina en 2001 y es lo que se vislumbra hoy para Grecia.
Como dicen Rogoff y Reinhart en el último párrafo de la investigación, pensar que Grecia u otro país europeo “nunca más defaultearán porque ‘esta vez es diferente’ debido a que ‘esta vez está de por medio la Unión Europea’ podría revelarse en cualquier momento, no necesariamente en el largo plazo, como una inferencia poco feliz. Como tantas otras de la historia financiera mundial”.
azaiat@pagina12.com.ar
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-178452-2011-10-08.html

jueves, 6 de octubre de 2011

Los bancos programan la crisis para ganar con ella.

Economista ecuatoriano, nombrado por Rafael Correa para impulsar el Banco del Sur y la moneda única para la región, señala los intereses ocultos tras la crisis, provocada por los mismos que hoy definen las políticas de ajuste.



El gobierno de Ecuador fue uno de los precursores en la necesidad de construir una nueva arquitectura financiera para la región. Pedro Páez Pérez, economista ecuatoriano, estrechamente ligado a Rafael Correa, participó activamente en esa construcción, primero desde los cargos que ocupó en el gobierno de Quito y ahora como titular de la comisión presidencial ecuatoriana para una Nueva Arquitectura Financiera. Participó en Buenos Aires en diversos seminarios y conversó con Página/12, planteando un durísimo enfoque sobre las causas de la crisis financiera y quienes la impulsan para beneficiarse con ella.

–Por experiencia, ya sabemos cómo terminan las políticas de ajuste. ¿A usted no le sorprende este error de diagnóstico de los líderes europeos entre lo que se busca y lo que resultará de estos ajustes?

–No se trata de un error de diagnóstico. Las crisis están programadas para ganar con ellas. Los mismos que arman los ataques especulativos son los que están al mando de estas políticas. Pasó en Estados Unidos, con la crisis de la deuda. No había ninguna razón objetiva para pensar que podía ir al default. No había ninguna cuestión económica que le impidiera pagar una deuda en dólares, cuando es el país emisor de los dólares. No había ninguna cuestión técnica que le impidiera seguir endeudándose. Y sin embargo se armó una ficción política de un techo al endeudamiento cuyo propósito era justificar el ajuste que luego se vino, obligando a la población a pagarlo. Ahora sucede lo mismo en Europa, que empezó por Grecia: Goldman Sachs armó el maquillaje para endeudar al país, y ahora la respuesta es más ajuste y privatizaciones. Que no resuelve el problema de los bancos acreedores, pero sí va a ser un gran negocio para los que se beneficien con las privatizaciones. Y además va a servir para dejar caer la cotización del euro.

–¿En contra del dólar? ¿Es una lucha de Europa contra Estados Unidos?

–Es una guerra entre facciones, que no necesariamente se definen por límites geográficos. Hay una línea de bancos estadounidenses y británicos de un lado, que disputan negocios contra los mayores bancos europeos del otro. Pero a su vez hay algún gran banco francés más ligado a los capitales angloestadounidenses, y otros norteamericanos vinculados con el capital europeo. Por ejemplo, Lehman Brothers. No es casual que cuando cae, en 2008, inmediatamente sube el dólar.

–¿Quiere decir que golpeó más a Europa que a Estados Unidos?

–A Estados Unidos le sirvió para justificar la enorme inyección de fondos a favor de la banca. Sin la crisis de Lehman Brothers, era inpracticable. Fondos que fueron a los mismos bancos que provocaron la crisis de las subprimes, fondos que fueron a inflar nuevas burbujas. Incluso ahora se reconoce que los recursos que aportó el sector público, por diversos mecanismos, fue diez veces lo que en su momento se reconoció. Llegó a 16 billones de dólares, una cifra equivalente al PIB estadounidense. Y fue a los bancos. El poder político no va a permitir una solución por vía de créditos al sector productivo, porque desnudaría la responsabilidad de los bancos y los llevaría a pagar los costos.

–Y de ahí el epicentro de la crisis se mudó a Europa...

–Que responde con más ajuste, más inyección de fondos a favor de los bancos. Empezaron con Grecia, pero tienen que seguir con otros países para mantener esta disputa entre facciones. Y otra vez se comprueba, como en el caso de Estados Unidos, que no hay cuestiones objetivas en la justificación de las políticas de ajuste, sino necesidades políticas de los grupos financieros que dominan la escena. En el caso de España, por ejemplo, hasta la crisis se observa que tuvo un mejor comportamiento fiscal que Alemania, con menos déficit, hasta que tuvo que socorrer a los bancos. Entonces no fue culpa del Estado, sino de los bancos. Y sin embargo la respuesta fue aplicar un duro ajuste. Ahora es el turno de Italia, donde se está desarrollando un fuerte proceso de desestabilización. Hasta lo de Libia es parte de la guerra entre facciones, en una lucha por el control del principal abastecedor de petróleo y gas para la Europa mediterránea.

–No le voy a pedir que me cuente cómo termina esta guerra, pero sí que hablemos de qué tipo de prevenciones debería tomar Latinoamérica ante este cuadro.

–No sabemos exactamente cómo termina, pero sí podemos percibir que estamos viviendo un proceso de creciente desigualdad y desequilibrio. Y a diferencia de otras crisis, que superado el episodio vuelven a restablecerse ciertas condiciones de equilibrio, ahora lo que se ve es que la distorsión en los precios relativos, de las materias primas, de los metales, no va a volver necesariamente a su curso. Porque están inflados por la especulación, medidos en monedas que también tienen un valor ficticio. Estamos viviendo un estado de fuerte desequilibrio en el que los capitales especulativos siguen teniendo el control. Estamos en una situación gravísima. Lo bueno es que la región tiene las herramientas para salir por sí misma de esta crisis. Tiene la solución en sus manos, no depende de nadie. Pero tiene que haber decisión política para aplicarla.

–Sintéticamente, ¿en qué consiste esa solución?

–Lo fundamental es desarrollar los instrumentos que estamos proponiendo para lograr desconectarse de los mecanismos de impacto inmediato de la crisis. Empezar a desarrollar el intercambio comercial con una moneda propia, distinta del dólar, para lo cual el sucre es una experiencia interesante. Crear nuestros propios organismos financieros de respaldo, como el Fondo del Sur. Y nuestras propias herramientas de financiamiento del desarrollo, como el Banco del Sur. Además, las economías de Latinoamérica son de las pocas que hoy están creciendo genuinamente en el mundo, y todavía con una enorme necesidad de obras de infraestructura para hacer sustentable en el tiempo ese crecimiento. Pensemos nomás en las obras que faltan en materia de energía, o en transporte para ligar todo el continente. Se necesitan sumas enormes, pero es una inversión de rendimiento seguro en el tiempo. Justo lo que necesitan hoy los mercados financieros de los países centrales: encontrar inversiones de largo plazo rentables y seguras, que sean más atractivas que la especulación de corto plazo. Hay que tener en cuenta que ésta es una crisis de abundancia de capitales financieros que no encuentran atractivos en la economía real. Hoy los bancos europeos ya ofrecen tasas negativas, es decir que les cobran a las instituciones o países depositantes por guardarles el dinero. Y a Latinoamérica lo que le sobran son proyectos de inversión rentables en el tiempo.

–¿Hasta qué punto han logrado avanzar los países de la Unasur en acordar criterios de financiación e impulso a este tipo de proyectos?

–Ahora mismo hay un debate acerca de si el BID, que está pidiendo participar, debe intervenir o no. Yo creo que no hay problemas en que intervenga, siempre que la agenda sea la que proponga el Consejo de Ministros de la Unasur. Ya sabemos bien cómo son las propuestas del BID y los límites que plantea, por ejemplo, a la financiación de proyectos de desarrollo. Si hablamos de energía, no tienen ningún problema en financiar la investigación en energías alternativas, como la eólica. Pero si queremos desarrollar en Latinoamérica una investigación sobre petróleo, ya sea para generar formas más eficientes de búsqueda o explotación, o para mejorar el medio ambiente, no hay recursos del BID. Lo mismo ocurre con los proyectos hidroeléctricos, a los que niegan el financiamiento. Entonces, hay una lógica de que los proyectos más rentables y el uso de recursos naturales ya conocidos deben quedar para el capital privado, preferentemente extranjero. Y los desarrollos más caros, menos rentables, para los Estados. Lo mismo sucede con la educación. Si se revisan los proyectos que financia el BID, se verá que siguen el modelo chileno, el de la educación arancelada en las universidades, por ejemplo. ¿Por qué tenemos que seguir esta lógica, que profundiza la dependencia?

–Lo curioso es que, además, el BID tenga esta política de restringir los recursos no porque no los tenga, sino cuando hay abundancia de liquidez en los mercados financieros.

–Hay algo más grave que eso: el BID ha perdido un cuarto de su capital social en tres años como consecuencia de haber invertido fondos en activos tóxicos en Estados Unidos. ¿Qué necesidad tenía de estar especulando con recursos que debían ser para el desarrollo y la integración regional? Además, lo hizo después de 2007, cuando ya la curva de rendimientos de estos activos indicaba que algo raro estaba pasando e iba a pasar en los mercados especulativos. Y lo siguió haciendo hasta 2010. Claro, mientras tanto maquillaba los balances para que no trascendiera. Pero recientemente un legislador estadounidense, Richard Lugar, los obligó a reconocer en una comisión del Senado que habían mentido. Y no es un senador de izquierda, es uno de los líderes del partido republicano.

lunes, 3 de octubre de 2011

España , no podrá pagar hara Default..

El endeudamiento público está en límites razonables, pero el conjunto de nuestra deuda es enorme. De esos 2,3 billones, unos 2 billones son del sector privado. ¿Y qué soluciones hay, dirá usted? No las hay, como se ve.

Pero el problema ahora es que se ha complicado tanto la situación, con cinco millones de parados y una situación financiera desconocida, que estamos ante otra cosa. Seguir con el euro es mantener ese dogal sin solucionar los problemas de nuestra economía.

«Es evidente que tarde o temprano nos tendremos que declarar en suspensión de pagos».