Ecología social


Global temperatures have warmed significantly since 1880, the beginning of what scientists call the "modern record." At this time, the coverage provided by weather stations allowed for essentially global temperature data. As greenhouse gas emissions from energy production, industry and vehicles have increased, temperatures have climbed, most notably since the late 1970s. In this animation of temperature data from 1880-2011, reds indicate temperatures higher than the average during a baseline period of 1951-1980, while blues indicate lower temperatures than the baseline average. (Data source: NASA Goddard Institute for Space Studies. Visualization credit: NASA Goddard Space Flight Center Scientific Visualization Studio)

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"We know the planet is absorbing more energy than it is emitting," said GISS Director James E. Hansen. "So we are continuing to see a trend toward higher temperatures. Even with the cooling effects of a strong La Niña influence and low solar activity for the past several years, 2011 was one of the 10 warmest years on record."

The difference between 2011 and the warmest year in the GISS record (2010) is 0.22 degrees F (0.12 C). This underscores the emphasis scientists put on the long-term trend of global temperature rise. Because of the large natural variability of climate, scientists do not expect temperatures to rise consistently year after year. However, they do expect a continuing temperature rise over decades.

The first 11 years of the 21st century experienced notably higher temperatures compared to the middle and late 20th century, Hansen said. The only year from the 20th century in the top 10 warmest years on record is 1998.

Higher temperatures today are largely sustained by increased atmospheric concentrations of greenhouse gases, especially carbon dioxide. These gases absorb infrared radiation emitted by Earth and release that energy into the atmosphere rather than allowing it to escape to space. As their atmospheric concentration has increased, the amount of energy "trapped" by these gases has led to higher temperatures.

temperature graph While average global temperature will still fluctuate from year to year, scientists focus on the decadal trend. Nine of the 10 warmest years since 1880 have occurred since the year 2000, as the Earth has experienced sustained higher temperatures than in any decade during the 20th century. As greenhouse gas emissions and atmospheric carbon dioxide levels continue to rise, scientists expect the long-term temperature increase to continue as well. (Data source: NASA Goddard Institute for Space Studies. Image credit: NASA Earth Observatory, Robert Simmon)
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The carbon dioxide level in the atmosphere was about 285 parts per million in 1880, when the GISS global temperature record begins. By 1960, the average concentration had risen to about 315 parts per million. Today it exceeds 390 parts per million and continues to rise at an accelerating pace.

The temperature analysis produced at GISS is compiled from weather data from more than 1,000 meteorological stations around the world, satellite observations of sea surface temperature and Antarctic research station measurements. A publicly available computer program is used to calculate the difference between surface temperature in a given month and the average temperature for the same place during 1951 to 1980. This three-decade period functions as a baseline for the analysis.

The resulting temperature record is very close to analyses by the Met Office Hadley Centre in the United Kingdom and the National Oceanic and Atmospheric Administration's National Climatic Data Center in Asheville, N.C.

Hansen said he expects record-breaking global average temperature in the next two to three years because solar activity is on the upswing and the next El Niño will increase tropical Pacific temperatures. The warmest years on record were 2005 and 2010, in a virtual tie.

"It's always dangerous to make predictions about El Niño, but it's safe to say we'll see one in the next three years," Hansen said. "It won't take a very strong El Niño to push temperatures above 2010."

Related Links


› More information on the GISS temperature analysis
› 2010: Despite Subtle Differences, Global Temperature Records in Close Agreement (01.13.11)
La vida marina enfrenta extinción masiva “dentro de una generación”
Océanos al borde de la catástrofe

Michael McCarthy
Independent Co. UK
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens




Los océanos del mundo se enfrentan a una pérdida de especies sin precedentes comparable con las grandes extinciones masivas de la prehistoria, sugiere hoy un importante informe. Los mares están degenerando mucho más rápido de lo que nadie ha predicho, dice el informe, debido al impacto cumulativo de una serie de factores estresantes individuales, que van desde el calentamiento climático a la acidificación del agua de mar, a la contaminación química generalizada y a la brutal sobrepesca.

La conjunción de estos factores amenaza ahora el entorno marino con una catástrofe “sin precedentes en la historia humana”, según el informe de un panel de destacados oceanógrafos reunidos en Oxford a principios de este año por el Programa Internacional sobre el Estado del Océano (IPSO, por sus siglas en inglés) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

La sombría sugerencia hecha por el panel es que la extinción potencial de especies, de grandes peces a un extremo de la escala a pequeños corales al otro, es directamente comparable con las cinco grandes extinciones masivas en el historial geológico, durante cada una de las cuales murió gran parte de la vida en el mundo. Van desde el “evento” Ordoviciense-Silúrico de hace 450 millones de años a la extinción del Cretácico-Terciario de hace 65 millones de años, que se cree que eliminó a los dinosaurios. Se piensa que el peor de todos, el evento al final del período Pérmico, hace 251 millones de años, eliminó un 70% de las especies en tierra y un 96% de todas las especies en el mar.

El panel de 27 científicos, que consideró la última investigación de todas las áreas de la oceanografía, concluyó que una “combinación de factores estresantes está creando las condiciones asociadas con cada importante extinción anterior de especies en la historia de la Tierra”. También concluyeron que:

La rapidez y tasa de degeneración de los océanos es mucho más rápida de lo que se había predicho.

Muchos de los impactos negativos identificados son mayores que las peores predicciones.

Los primeros pasos hacia una extinción globalmente significativa pueden haber comenzado ya.

“Los resultados son inquietantes”, dijo el doctor Alex Rogers, profesor de biología de la conservación en la Universidad Oxford y director científico del IPSO. “Al considerar el efecto cumulativo de lo que la humanidad hace a los océanos, las implicaciones se hicieron mucho peores de lo que habíamos pensado individualmente”.

“Se trata de una situación muy seria que exige acción inequívoca a todos los niveles. Estamos ante consecuencias para la humanidad que impactarán durante nuestra vida, y peor todavía, en la vida de nuestros hijos y generaciones después”. Al estudiar la investigación reciente, el panel de expertos “encontró evidencia firme” de que los efectos del cambio climático, combinados con otros impactos inducidos por los seres humanos como ser la sobrepesca y los residuos de nutrientes de la agricultura, ya han causado una disminución dramática de la salud de los océanos.

No solo hay graves disminuciones en numerosas especies de peces, hasta llegar a la extinción comercial en algunos casos, y una tasa “sin paralelo” de extinción regional de algunos tipos de hábitat, como mangles y praderas de hierbas marinas, sino algunos ecosistemas marinos completos, como arrecifes de coral, podrían haber desaparecido dentro de una generación.

El informe dice: “El aumento de hipoxia [bajos niveles de oxígeno] y anoxia [ausencia de oxígeno, conocidas como zonas de océanos muertos], combinadas con calentamiento del océano y acidificación, son los tres factores que han estado presentes en cada evento de extinción masiva en la historia de la Tierra.

“Existe fuerte evidencia científica de que estos tres factores vuelven a combinarse en el océano, exacerbados por múltiples estresantes severos. El panel científico concluyó que un nuevo evento de extinción es inevitable si continúa la actual trayectoria de daño.”

El panel destacó una serie de indicadores que muestran la gravedad de la situación. Dijo, por ejemplo, que un solo caso de emblanquencimiento masivo de coral en 1998 mató un 16% de todos los arrecifes de coral del mundo, y señaló que la sobrepesca ha reducido algunas poblaciones de peces comerciales y poblaciones de especies de bycatch [pesca incidental] en más de un 90%.

Reveló que la nueva investigación científica sugiere que los contaminantes, incluidos químicos ignífugos y almizcles sintéticos encontrados en detergentes, se encuentran en los mares polares, y que estos productos químicos pueden ser absorbidos por minúsculas partículas de plástico en el océano que por su parte son ingeridas por criaturas marinas como los peces que se alimentan en el fondo.

Las partículas plásticas también ayudan al transporte de algas de un sitio a otro, aumentando las floraciones nocivas de algas, que también son causadas por el influjo de contaminación rica en nutrientes de tierras labradas.

Los expertos estuvieron de acuerdo en que cuando se suman éstas y otras amenazas, el océano y los ecosistemas en su interior son incapaces de recuperarse, al sufrir constantemente múltiples ataques.

El informe presenta una serie de recomendaciones y llamados a los Estados, cuerpos regionales y a las Naciones Unidas para estatuir medidas que conserven mejor los ecosistemas de los océanos, y en particular demanda la adopción urgente de una mejor administración del mar abierto, en gran parte desprotegido.

“Los principales expertos en océanos del mundo están sorprendidos por la tasa y magnitud de los cambios que estamos viendo”, dijo Dan Laffoley, el asesor sénior de la IUCN sobre oceanografía y conservación. “Los desafíos para el futuro del océano son vastos, pero, a diferencia de generaciones anteriores, sabemos lo que hay que hacer. El momento para proteger el corazón azul de nuestro planeta es ahora, hoy y urgente.”

Las conclusiones del informe se presentarán esta semana en las Naciones Unidas, cuando los delegados comiencen las discusiones sobre la reforma de la administración de los océanos.

Las cinco grandes extinciones

La extinción del Cretácico-Terciario hace 65,5 millones de años.

El plancton, que forma el primer eslabón de la cadena alimentaria del océano, fue fuertemente afectado en un evento que también incluyó la desaparición de los últimos dinosaurios no avianos. Los gigantescos mosasaurios y plesiosaurios también abandonaron los mares. Se piensa que fue causado por un asteroide o erupciones volcánicas.

La extinción Triásica-Jurásica, hace 205 millones de años

Este período, que tuvo un profundo efecto en el mar y la tierra, incluyó la desaparición de un 20% de todas las familias marinas. En total, la mitad de las especies conocidas que vivían en la Tierra en esa época se extinguieron. El cambio gradual del clima, las fluctuaciones de los niveles del mar y las erupciones volcánicas forman parte de los motivos citados para la desaparición de las especies.

La extinción Pérmico-Triásica, hace 251 millones de años

Un período conocido como la “gran extinción” fue el más severo de los eventos de extinción de la Tierra, cuando se perdió un 96% de las especies marinas, así como casi tres cuartos de las especies terrestres. El planeta tardó mucho en recuperarse de lo que también se ha llamado “la madre de todas las extinciones masivas”.

La extinción del final del Devónico, hace 360-375 millones de años

Tres cuartos de todas las especies de la Tierra murieron en un período que puede haber comprendido varios millones de años. Los mares poco profundos fueron los más afectados y los arrecifes no se recuperaron durante otros 100 millones de años. Los cambios en el nivel del mar y el cambio climático estaban entre las presuntas causas.

Las extinciones masivas del Ordovícico-Silúrico, hace entre 440 y 450 millones de años

La tercera mayor extinción en la historia de la Tierra tuvo dos picos. Durante la del Ordovícico, la mayor parte de la vida estaba en el mar, por lo tanto fueron criaturas marinas como trilobitas, braquiópodos y graptolites las que se redujeron drásticamente. En total, aproximadamente un 85% de las especies marinas fue eliminado.

Olas de destrucción

El Primer Análisis del informe del panel evalúa el “trío letal” de factores: calentamiento global, acidificación de los océanos y anoxia (ausencia de oxígeno). La mayoría de las cinco extinciones globales masivas de la prehistoria, si no todas, llevan la huella de esas “perturbaciones de carbono”, dice el informe, y el “trío letal” está presente actualmente en el océano.

El Segundo Análisis considera los arrecifes de corales, y el hecho de que esas “selvas forestales del mar” (así llamadas por su riqueza en especies) enfrentan ahora múltiples amenazas. El panel concluyó que esas amenazas, al actuar en conjunto (contaminación, acidificación, calentamiento, sobrepesca), tendrán mayor impacto que si estuvieran ocurriendo de una en una, y por lo tanto habrá que corregir las previsiones de cómo reaccionarán los arrecifes de coral al calentamiento global.

El Tercer Análisis examina la contaminación, que es un problema antiguo, pero que puede estar presentando nuevas amenazas, ya que una amplia gama de productos químicos nuevos se encuentra ahora en ecosistemas marinos, desde farmacéuticos a ignífugos, y algunos son conocidos por ser disruptores endocrinos o porque pueden dañar sistemas inmunes. La basura marina, especialmente los plásticos, es una inmensa causa de preocupación.

El Cuarto Análisis considera la sobrepesca: se concentra en el bahaba chino, un pez gigante que fue descrito por primera vez por científicos a principios de los años treinta, y que ahora está en peligro crítico: ha pasado de su descubrimiento a su casi desaparición en menos de 70 años. Un estudio reciente mostró que un 63% de las existencias evaluadas de peces en todo el mundo son sobre-explotadas o se han reducido drásticamente.

Michael McCarthy, es editor medioambiental de The Independent

Fuente: http://www.independent.co.uk/environment/nature/oceans-on-brink-of-catastrophe-2300272.html


La noche temática - Homo toxicus

Así no envenenamos, no hay sentido de nada, el dinero nubla la mente y el corazón del hombre hasta llevarlo a su propia extinción, no se uds, pero yo no quiero quedarme de manos cruzadas.


Las múltiples caras de Chernobyl

Jorge Forno
Página/12



Las abuelas empapadas en saber popular y las conspicuas Leyes de Murphy nos recuerdan que si algo puede salir mal, saldrá mal. Pero parece que algunos dirigentes soviéticos no escuchaban a sus abuelas ni leían grotescos compilados de máximas capitalistas, por lo que desconocían estas reglas vigentes para casi todo tipo de asuntos, desde los más pueriles hasta los más complejos, y en materia nuclear jugaron con fuego para mantener el abastecimiento energético de la inmensa Unión Soviética. En abril de 1986, la central nuclear de Chernobyl, en territorio de la por entonces República Socialista Soviética de Ucrania, fue escenario de un accidente originado en una desafortunada combinación de ingredientes que incluían a un reactor emplazado en una central nuclear de muy dudosa calidad y casi nula seguridad, la impericia o negligencia de sus operadores, y, luego de detectado el siniestro, la falta de un plan de contingencia adecuado.

Demasiados desatinos para un país que había sido pionero en el desarrollo tecnológico. Así como son recordados sus éxitos espaciales, la URSS también vivió tiempos de gloria en cuestiones nucleoeléctricas. En 1954 había puesto en marcha el primer reactor destinado a la producción de energía de origen nuclear en la ciudad de Obninsk, concebida además como la primera ciudad científica del mundo. Como casi todo hito de la Guerra Fría que se precie, el acontecimiento fue objeto de profusa difusión por parte de los soviéticos, aunque ha sido discutido por Occidente. Para el bloque capitalista, el reactor inglés de Calder Hall, puesto en funcionamiento en 1956, se llevaba los laureles por ser el primer reactor hecho y derecho, capaz de producir energía eléctrica en una escala mucho mayor al de Obninsk.
EL REACTOR DE TIPO SOVIETICO

La Unión Soviética era un conglomerado de repúblicas de asombrosa extensión territorial, que atravesaba dos continentes. Mientras sus ciudades más pobladas y la mayor parte de su producción industrial se ubicaban en el sector europeo, sus reservas de gas, petróleo y carbón se encontraban en las regiones más alejadas de Europa o en Asia. Su abastecimiento energético resultaba muy problemático y costoso. Era necesario construir gasoductos de miles de kilómetros atravesando regiones climática y geográficamente poco amigables y sobrecargar la infraestructura de transporte para utilizar las generosas pero alejadas reservas de combustibles fósiles. La posibilidad de echar mano al recurso nuclear –que requiere poco volumen de combustible para generar grandes cantidades de energía– se convertía, por ello, en una opción muy considerable.

En el sitio web de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) es posible encontrar documentos escritos en los años previos al accidente de Chernobyl. Allí los especialistas soviéticos defendían a capa y espada su programa de producción de energía nuclear. El producto estrella del programa era el reactor de tipo canal refrigerado por agua ligera y moderado por grafito (RBMK), orgullosamente bautizado como el Reactor de Tipo Soviético y heredero del mismo principio tecnológico de aquella central pionera de Obninsk. Los documentos resaltaban las ventajas de estos generadores, en cuanto a requerimientos de fabricación, sencillez, operabilidad y facilidad de montaje. La sugerencia de los especialistas era inundar la URSS de estos reactores baratos y de construcción rápida, que proporcionaban energía a un costo más que tentador y que eran capaces de trabajar siempre a destajo, aun durante el proceso de carga de combustible.
LA OTRA CARA DEL RBMK

Pero algunas de las supuestas ventajas del RBMK escondían increíbles fallas de seguridad que quedaron al desnudo en el accidente de la central de Chernobyl, ocurrido en la madrugada del 26 de abril de 1986. Según transcendió, todo comenzó cuando se intentaba realizar un experimento muy riesgoso: bajar drásticamente la potencia del reactor, diseñado para trabajar siempre al ciento por ciento y así aportar su grano de arena a la energéticamente voraz industria soviética. Esto ocasionó la descompensación del reactor a los pocos segundos, generándose una burbuja de hidrógeno que se combinó con el oxígeno para formar agua en una reacción explosiva (no fue una explosión nuclear sino de vapor que arrastró elementos radioactivos). En el RBMK, la sencillez de su construcción ocultaba la falta de un sistema de protección lo suficientemente robusto para soportar presiones elevadas, por lo que el techo del reactor voló por los aires desparramando una galería de partículas radiactivas. Como si fuera poco, el grafito usado como moderador –elemento que absorbe los neutrones para controlar la reacción en el núcleo– es también altamente inflamable y rápidamente se prendió fuego. El humo del incendio propagó los radionucleidos expulsados por la explosión de la planta a una vasta región de la URSS y de Europa. Los primeros indicios del accidente llegaron al mundo occidental tres días después, cuando se detectaron partículas radiactivas en la región escandinava. Eran tiempos en que el temor nuclear estaba muy presente, pero no tanto por las centrales nucleoeléctricas sino más bien por la amenaza que representaban los portentosos misiles de gran alcance que apuntaban a las ciudades más importantes de Europa y Norteamérica. La Unión Soviética debió admitir lo ocurrido cuando los reportes de radiación y las elocuentes imágenes satelitales daban la vuelta al mundo. Los habitantes de Prypyat, ciudad vecina a la zona de la explosión, fueron reubicados en sitios considerados seguros. La evacuación se extendió luego a un radio de casi 40 kilómetros e incluyó al ganado.
CIFRAS DE TODO TIPO

Inicialmente se reportaron 31 muertes por enfermedad de radiación aguda, en especial entre los bomberos que acudieron en los primeros momentos a combatir el siniestro sin saber exactamente a qué se enfrentaban. Una gran cantidad de trabajadores se expusieron a niveles muy elevados de radiación en la construcción del famoso sarcófago, erigido en forma urgente tras la tragedia. El sarcófago es un cajón de concreto y acero que hace de escudo contra la radiación y fue pensado para durar 25 años, por lo que actualmente está siendo reforzado por la construcción de una nueva estructura.

Estimar el número de víctimas en un asunto tan sensible no es tarea simple. Las cifras siempre aparecen teñidas de controversias de tinte político, social y económico. ¿Cómo determinar fehacientemente las causas de muerte directa o indirectamente relacionadas con el accidente nuclear? La falta de un consenso hace que se arrojen todo tipo de cifras. Algunos miden las muertes por decenas. Otros, basándose en datos epidemiológicos indican que hasta 2006 hubo aproximadamente 1800 casos bien documentados de cáncer tiroideo por absorción de yodo radiactivo en altas dosis, y finalmente hay quienes las estiman en millones.

Algunos medios, por sensacionalismo o ingenuidad, colaboraron para que la confusión sobre los efectos de Chernobyl sea mayor. Basta bucear por internet para toparse con historias de mutantes de toda laya: desde perros ciegos que olfatean la radiación hasta gallinas de dos metros de altura tan evolutivamente veloces que se denunciaron como aparecidas dos días después de la explosión. En medios pretendidamente más serios, cada tanto se repiten documentales mostrando casos puntuales de niños con leucemia o malformaciones nacidos en las regiones afectadas, que luego son extrapolados ligeramente hasta alcanzar cifras del orden de los millones. O sobrevivientes que requieren tratamientos médicos que pueden obedecer a una multitud de causas, pero que sistemáticamente se atribuyen a la radiación, un fantasma silencioso, invisible y muy taquillero.

La comunidad internacional, y especialmente los países europeos han brindado ayuda económica para solventar los costos de descontaminación, gastos médicos y pago de indemnizaciones a la población en la región afectada. Y en la zona de Prypiat, una ciudad hasta hoy desierta, comienza a promocionarse una especie de “turismo radiactivo” sólo apto para espíritus aventureros.
DE FUKUSHIMA EN ADELANTE

Veniticinco años después, los grupos antinucleares y la prensa catastrofista se encontraron con el accidente de la planta nuclear de Fukushima en Japón, una remake del accidente de Chernobyl. El árbol nuclear tapó al bosque, en este caso un colosal terremoto seguido de un gigantesco tsunami que dejaron un tendal de muertos y daños materiales. La discusión se centró en la totalidad de la energía nuclear y no en un modelo de central como la de Fukushima, que estaba en revisión desde hacía varios años. Y que resistió bastante bien el fortísimo terremoto, pero sucumbió cuando el sistema de enfriamiento se quedó sin fuente energética alternativa –barrida por el violento maremoto– abandonando a su suerte no sólo a los reactores, sino a barras de combustible nuclear en desuso, depositadas en la central.

Fukushima no es Chernobyl. En este caso, el retaceo informativo provino de la empresa operadora de la planta, pero el gobierno japonés actuó rápidamente ante la contingencia. Sea como fuere, Fukushima renueva la polémica por el uso de esta fuente de energía, criticada por algunos ecologistas y defendida por otros. Tal es el caso de James Lovelock –un gurú de la guerra contra el cambio climático– que en un artículo publicado en 2004 señaló que la utilización de los combustibles nucleares es menos contaminante en términos planetarios que otras formas de energía convencionales. Según expresaba Loverlock, la generación nucleoeléctrica constituye la única manera de detener en el corto plazo el cambio climático, ya no hay tiempo para desarrollar otras fuentes renovables a gran escala.

Como la vida misma, ninguna fuente de energía está exenta de riesgos. Chernobyl y Fukushima nos enseñan que la falta de información –provenga de un Estado socialista o de una empresa capitalista– o la información falsa, conspiran contra la participación ciudadana y la posibilidad de tomar decisiones adecuadas para minimizarlos.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2512-2011-04-30.html

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10-05-2011


Agua, uso público o beneficio privado

Edmundo Fayanás Escuer
Rebelión



El agua es fuente de vida fundamental y no reemplazable en el ecosistema mundial. Es un bien vital, perteneciendo de forma comunitaria a los habitantes del planeta. Ninguno de ellos, individualmente o en grupo, tiene el derecho de apropiárselo en forma privada. El agua es un bien patrimonial común a la humanidad del que depende la salud personal y colectiva, así como la agricultura, la industria y la vida doméstica.

En medio de esta fiebre por el “oro azul” ha surgido una industria cuyo valor rondó, según estimaciones del Banco Mundial, el billón de dólares, en el año 2001. Entre las principales industrias del sector, se encuentran las corporaciones multinacionales con fines lucrativos, que ofrecen servicios hídricos o venden agua embotellada, logrando grandes beneficios. Actualmente, estamos asistiendo a una burbuja especulativa en torno al agua. Señores esto es el neoliberalismo.

Entiendo, que el agua pertenece a la economía de los bienes comunes y de la riqueza compartida, no a la economía de la acumulación privada o individual. Su acceso debe considerarse como un derecho fundamental, inalienable, individual y colectivo, haciendo de la ética, la base de una buena sociedad humana y una economía justa.

Para el liberalismo económico, a través de sus multinacionales e instituciones financieras, el agua es un bien económico comercial, como el petróleo, un coche o un televisor. Su acceso, es una necesidad vital, pero no un derecho humano esencial. Los seres humanos son consumidores (clientes de un bien) de un servicio, al que pueden acceder a través de mecanismos de mercado. Como vemos, para el liberalismo todo es mercado1.

Las grandes empresas privadas del agua (Betchel, Vivendi2....) y las instituciones financieras y comerciales, usan su escasez para promover un enfoque de la gestión de los recursos hídricos exclusivamente de mercado. Se argumenta que al privatizar los servicios de agua, se introducen “criterios de mercado” para las inversiones, que determinan las fuentes de donde se va a extraer el agua. Según ellos, los consumidores racionan su uso y las suministradoras privadas eliminan las ineficiencias que reducen los beneficios.

Las compañías privadas, por las reglas mismas de los mercados y por su propio historial, está claro, que no son capaces de gestionar responsablemente el planeta. El capitalismo, como desarrollo natural de la historia, es un MITO. Si aceptamos la privatización de las empresas hídricas de propiedad pública, nos están marcando el camino para el desastre de nuestro medio ambiente. Ejemplos claros de la mitología capitalista son las empresas ENRÓN, WORDCOM, PARMALAT3, o el propio sistema financiero, etc.

Numerosas empresas privadas europeas de servicios de aguas deciden invertir en otras empresas menores situadas la mayoría de ellas en los países de América del Sur. Algunas compañías españolas, como Aguas de Barcelona y Aguas de Bilbao, tienen contratos con municipios argentinos y uruguayos.

La mayoría de las empresas, que intervienen en América del Sur, lo hacen a través de filiales locales de las tres principales multinacionales europeas del sector. Las francesas Vivendi y Suez y la alemana RWE-Thames4. Las tres compañías dan servicio de agua corriente y saneamiento a unos trescientos millones de personas, en más de ciento treinta países.

La francesa Vivendi y Suez están clasificados en los puestos 51º y 99º respectivamente en el Global Fortune5, y la alemana RWE-Thames, está en el puesto 53º.

Los ingresos de estas multinacionales se han incrementado al mismo ritmo que se desarrolla las privatizaciones de los sectores públicos. Vivendi obtuvo más de doce mil millones de dólares de beneficios, en el año 2001, frente a los cinco mil millones de dólares de hace diez años. Suez Lyonnaisse des Eaux ganó más de nueve mil millones de dólares, en el año 2001. Las tres empresas tienen unos ingresos anuales conjuntos de casi 160.000 millones de dólares con unas tasas de crecimiento anual que ronda el 10%, superando como podemos comprobar a muchas economías nacionales en las que intervienen.




Como dice el director de Suez, Sr. During “estamos aquí para ganar dinero”. Tarde o temprano la empresa que invierte tiene que recuperar su inversión, lo cual quiere decir que el cliente tiene que pagar por ella. Como las compañías están motivadas por el ánimo de lucro y no por el ideal de servicio público, no tienen ningún estimulo para suministrar agua a las clases sociales desfavorecidas, lo que está en el origen de muchas catástrofes humanitarias.

Las grandes corporaciones intentan controlarla en gran parte del planeta, con el apoyo de las instituciones financiera mundiales, especulándose que en los próximos años, unas pocas empresas privadas posean el control monopolístico de casi el 75% de este recurso vital para la vida.

La empresa española Técnicas Valencianas de Aguas (TECVASA) se crea en 1999, para concursar en las privatizaciones de América del Sur. Esta empresa no tiene ninguna inversión en España, pero ya ha logrado cuatro concesiones con una duración veinte años. Su volumen de negocios, en el año 2001, ronda los 180 millones de dólares, disponiendo de cuatro filiales: Metroagua en Santa Marta (Colombia), AAA Dominicana (Santo Domingo), Anagua (Ecuador) y AAA (Venezuela)

La empresa Vivendi provocó una reacción popular por la carestía del agua en la provincia de Tucumán (Argentina). En Sudáfrica la empresa concesionaria que suministra a la ciudad de Alexandra Township no tuvo problemas para cortarla al 80% de sus habitantes por falta de pago.

La cantidad de fracasos y reversiones al sector público, son muy superiores a cualquier otro sector en la privatización de los sistemas de agua: Cochabamba, Buenos Aires, Atlanta, Mánila, Paris....., que son experiencias modelos para el Banco Mundial, terminan con la devolución de las empresas a entidades públicas, debido a que la población no acepta los precios de las tarifas y las nuevas reglas del servicio. Estas devoluciones conducen a la presentación de denuncias y exigencias de fuertes indemnizaciones por parte de las multinacionales, por la pérdida de estas concesiones y por lo que llaman “lucro cesante”, que no es otra cosa que los beneficios que tiene previsto llevarse y se quieren llevar.

El primer gran conflicto de la privatización del agua sucede en Bolivia. El Banco Mundial exige a este país la privatización de sus servicios hídricos para poder renovarle un préstamo de 25 millones de dólares. Se privatiza el servicio municipal de Cochabamba (ciudad de medio millón de habitantes) a la empresa norteamericana Betchel6.

Esta empresa procede a aumentar de forma exagerada su precio, una vez que se hace cargo de la concesión, provocando que miles de personas tomen las calles de la ciudad para expresar su descontento por un encarecimiento tan brutal. Se acaba con una huelga general, obligando a la multinacional a dejar el servicio privatizado. Betchel ha llevado al gobierno de Bolivia a los tribunales internacionales, exigiendo una indemnización de 25 millones de dólares como compensación por su pérdida de beneficios. Recomiendo ver la película “también la lluvia” de la directora Itziar Bollain.

El pueblo argentino lleva luchando mucho tiempo contra la privatización de la red de agua corriente pública, en manos de la multinacional francesa Suez, que ha provocado graves casos de corrupción, junto con un alto nivel de contaminación del Río de la Plata, redundándole grandes beneficios a la multinacional.

La difícil situación económica de Argentina producida a partir del 2002, es debido al fracaso de la dolarización de su economía, que provoca la depreciación de su moneda. La multinacional Suez amenaza con renunciar a su contrato de Buenos Aires, si no se le asegura contra la fluctuación de la moneda argentina, que le provoca una reducción de benéficos muy importante.

La empresa española Aguas de Bilbao recibe la concesión del departamento de Maldonado en Uruguay, provocando un aumento del precio del servicio y se disparándose los niveles de contaminación de sus recursos hídricos, lo que origina conflictos sociales permanentes.

El general Pinochet vende el 80% de los ríos de Chile al sector privado, con la finalidad de que se utilice el agua para la producción de energía hidroeléctrica y el consumo agrícola. Endesa7 adquiere gran parte de los sistemas fluviales chielenos para desarrollar sus proyectos hidroeléctricos.

Los sectores pobres de Lima (Perú) pagan a empresas privadas hasta tres dólares el m3, transportándola en cubos y estando muchas veces contaminada, mientras que los sectores más poderosos pagan treinta centavos de dólar por m3, por el agua tratada que sale del grifo de sus casas.

Los guatemaltecos presentan una fuerte oposición por la construcción de cinco presas en el río Usumacinta, cuya finalidad es la producción hidroeléctrica y la irrigación para macro cultivos industrializados destinados a la exportación. Mientras se inundan tierras que sirven para producir alimentos para la población local, que la utilizan para su subsistencia provocando importantes procesos migratorios.

Los indígenas de Chiapas en México se enfrentan a Coca Cola, que intenta asegurarse el control de las reservas acuíferas más importantes del país.

La doctora Maya cita, en 1999, a dos países donde las experiencias no han sido satisfactorias por motivos diferentes. En el caso de los Estados Unidos, las privatizaciones ocasionan una caída en picado de la salubridad del agua potable en muchas ciudades. Millones de norteamericanos han estado, entre los años 1993 y 1994, consumiendo agua contaminada con plomo, pesticidas y productos clorados e incluso en otras ocasiones con la presencia masiva de coliformes fecales.

Las privatizaciones realizadas en el Reino Unido, entre 1990 y 1994, significan un aumento inmediato del 55% del precio del agua. Las empresas tienen importantes beneficios, pese a la multiplicación de averías en la red de suministro, que se ve fuertemente deteriorada por la falta de inversiones, con una clarísima degradación general del servicio. Es mínimo el capital privado que invierte en infraestructuras hídricas, para ello ya tiene al Estado. Por eso, cuando se privatizan los servicios públicos de agua, se produce un deterioro del sistema por falta de inversión

España nos muestra como Servicios Públicos de Aguas, son objeto de valoración muy positiva, como el canal de Isabel II (Madrid), la empresa Municipal de Aguas de Sevilla, Palma de Mallorca, Córdoba, Málaga o la del gran Bilbao, mientras que por otro, ha habido auténticos conflictos y escándalos en los intentos de privatización de los servicios públicos en Zaragoza, Huesca o Toledo, que llevan aparejadas fuertes corrupciones políticas.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, comunica en el año 2008 su intención de privatizar el Canal de Isabel II en un porcentaje de un 49%. Esta empresa pública es un modelo de gestión del agua y que además reporta beneficios. Destacándose por su buen funcionamiento. No se entiende ese interés por su privatización si no es, por motivos ideológicos. Todos los madrileños deben de oponerse a esta medida partiendo del hecho que el agua es un derecho humano básico y debe estar fuera de cualquier control de ente privado.

La primera consecuencia de la privatización siempre es la subida de tarifas. Lo mismo debemos recabar de los demás entes públicos que han privatizado sus sistemas hídricos y plantearse devolverlos al sector público del que nunca debieron de salir.



En España, la mitad de los servicios de agua son privados o participados por empresas privadas. Las Administraciones tanto del PP como del PSOE, argumentan que solo traspasan la gestión de los servicios al sector privado. Creen que los grupos empresariales son más eficaces en el mundo del mercado, esto les permite sanear los déficits presupuestarios municipales con el canon que pagan por la concesión, generan inversiones que mejoran la calidad de los servicios, aportan innovación y reducen el coste de la gestión pública.

Sin embargo, la asociación española de operadores públicos de abastecimiento, muestra su disconformidad, pues ellos lo hacen igual y con mucha más transparencia que los entes privados.

La supuesta competitividad tampoco es real. Aseguran que las empresas compiten por hacerse con la concesión, pero que una vez que la consiguen, durante muchos años no tienen que competir. Se hacen con un monopolio natural y sin riesgo. Como dice Pedro Arrojo “el agua es un refugio financiero” y cree que la incorporación de la iniciativa privada también refleja una situación social donde se cree que el mercado es la solución. La idea de que el funcionario es un parásito y los impuestos son malos, da como resultado una mitificación del mercado y una anorexización de la función pública. Las administraciones se encuentran con que cada vez se les pide más y cada vez tienen menos. Entonces se venden los muebles, pero la hipoteca es para los que vienen detrás. Esto lo estamos viendo con el canal de Isabel II en Madrid.

Sirva como modelo a seguir lo sucedido en Paris. Después de 25 años de servicio privatizado del agua, el ayuntamiento optó por rescatar la concesión. Este rescate es debido a la opacidad financiera, una pérdida de control técnico y de la gobernabilidad del sistema de la empresa privada.

Como dice la responsable parisina Anne Le Strat, “la lógica de los operadores privados es financiera, y buscan aumentar los beneficios. Nosotros buscamos que sea un servicio sostenible, perdurable y con equilibrio financiero. Tenemos la estructura, la gobernabilidad y todos los sistemas para ser igual de eficientes. Además se ha firmado un contrato con los ciudadanos que establece los objetivos y los indicadores de prestaciones, lo que permite y nos obliga a un control y evaluación permanente del servicio.



Tras una serie de fracasos de las multinacionales en los países en vías de desarrollo, éstas reivindican ahora una financiación garantizada para no sufrir las fluctuaciones monetarias antes de realizar inversiones en los países del sur, con lo que se ve claramente como buscan el beneficio descarado sin interesarles nada más. El Banco Mundial ha decidido triplicar sus compromisos para la privatización del agua.

La privatización distorsiona todo el problema, al colocar a responsables privados en la posición de vendedores de agua, que la ofrecen solo a aquellos que la pueden pagar en las condiciones, que los primeros quieren ofertar.

El derecho ciudadano se transforma a lo sumo en derecho de consumidor, que son conceptos profundamente diferentes. El primero entraña el poder contar con el producto (la obligación estatal de proveerlo, aún a los que no la tienen), la obligación de protegerla (no agotar las fuentes, renovarlas y acrecentarlas) y la capacidad de la sociedad para demandar en torno a este servicio público. Mientras que, en el segundo se remite a que la empresa no ingrese en insolvencia o incapacidad operativa.

La mejora de los servicios públicos es preferible a la privatización de los recursos de propiedad pública como el agua, los bosques, la pesca o nuestra atmósfera.

El desarrollo y gestión del agua tiene que basarse en un enfoque participativo, que involucre a usuarios, planificadores y administradores en todos lo niveles y en todas las fases. Los sistemas hídricos deben gestionarse en el ámbito local, con criterios y límites que garanticen sistemas equitativos y sostenibles en el ámbito de las cuencas hidrológicas, siempre que sea posible.

En este mundo del negocio, se pretende convertir el agua en un producto más. Hay empresarios que piensan en su exportación a granel mediante mecanismos de desvió a través de gaseoductos, oleoductos o mediante grandes petroleros. Se ha procedido a la reconversión de este tipo de barcos para distribuir el agua en determinadas regiones que están dispuestas a pagar el precio que sea y que tan urgentemente necesitan. Los petroleros más pequeños llevan cargas de agua dulce a las islas Bahamas, mientras que los de mayor capacidad van camino de Japón, Taiwán y Corea.

Varias empresas en el mundo desarrollan tecnologías que les permitan cargar grandes cantidades de agua en grandes sacos herméticos que se remolcan a través de los mares. La compañía Nordic Water de Oslo ha firmado un contrato para la entrega de siete millones de m3 de agua al año en bolsas al norte de Chipre. Durante la llamada “guerra del Golfo” (1991), en la operación Tormenta del Desierto, se utiliza este tipo de sacos de agua para abastecer a las tropas norteamericanas.

¿Es el agua fuente de vida o fuente de lucro? ¿Es un bien natural, vital e insustituible o es un bien económico y una mercancía? Los que sólo buscan el lucro, lo tratan como mercancía. Los que pensamos en la vida, lo vemos como un bien esencial para todos los organismos vivos y para el equilibrio ecológico de la Tierra.

Tener derecho a la vida implica tener derecho al agua potable gratuita. Al existir costes de captación, tratamientos, distribución, uso, rehuso y conservación, estos procesos tienen una dimensión económica innegable, que no debe prevalecer sobre el derecho, antes bien, debe hacerlo real y garantizarlo para todos.




El agua es patrimonio de la Tierra y como tal debe preservarse en el dominio público en todos los tiempos, protegiéndola mediante rigurosas leyes locales, nacionales e internacionales. Lo que está en juego, es la defensa de los bienes comunes, es decir, la idea que a través de nuestras instituciones públicas reconozcamos la existencia de un patrimonio humano y natural común, que ha de ser preservado para las generaciones futuras.

Este recurso vital no debe convertirse en una mercancía que se pretende vender al mejor postor, y que el acceso al agua potable para cubrir nuestras primeras necesidades constituye un derecho humano fundamental. Cada generación debe cerciorarse que sus actividades no empobrezcan su abundancia y su calidad. No se puede escatimar esfuerzos para restablecer la salud de los ecosistemas acuáticos que ya están deteriorados, ni para proteger a los que aún no han sufrido daños.

Desde una nueva concepción del agua, los ríos, lagos y humedales no pueden seguir siendo considerados como simples canales o depósitos de H2O, sino entendidos y destinados como ecosistemas vivos.

De la salud y funcionalidad de estos, se derivan otros muchos servicios y valores sociales, ambientales y emocionales, más allá del valor del agua dulce como recurso económico. Si queremos hablar de gobernabilidad del agua, es preciso identificar y reconocer los valores y funciones en juego. Por ello, el agua es uno de los derechos humanos básicos y en consecuencia, el agua debe ser siempre un bien público.








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